El mar

Fondeos ilegales sobre posidonia: los vigilantes han hecho mover 41.000 anclas en cinco años

Los Agentes de Medio Ambiente han levantado 406 actas para denunciar embarcaciones entre 2020 y 2025

Una actuación.
25/08/2025
4 min

PalmaLos agentes de Medio Ambiente han levantado 406 actas para fondeos sobre posidonia desde el año 2020, según datos de la dirección general de Medio Natural y Gestión Forestal. 2021, con 85 casos documentados por los agentes, fue el año con mayor número de intervenciones, mientras que 2024, con 50, fue el de menor actividad.

Estas actuaciones se producen normalmente "ante casos de reincidencia o cuando un barco ignora las instrucciones del informador, que en primera instancia intenta ayudar a que el patrón vea que ha fondeado sobre una pradera y que debe mover el barco", explica Marcial Bardolet, jefe del Servicio de Vigilancia de la posidonia. "Se intenta sobre todo aportar información a los navegantes, por lo que hay ahora mismo 19 vigilantes recorriendo el litoral, que actúan siempre de forma cooperativa, no con el ánimo de sancionar. Pero, si hay reticencias –en algunos casos se producen–, entonces sí se solicita la intervención de un agente de medio ambiente con potestad sancionadora", explica.

Los agentes de Medio Ambiente han levantado 406 actas para fondeos sobre posidonia desde el año 2020.
Los vigilantes proponen que los barcos que están sobre posidonia se muevan o quiten el ancla, según los casos.

Además de una actuación informativa, estos vigilantes proponen que los barcos que están sobre posidonia "se muevan o quiten el ancla, según los casos", explica Marcial Bardolet. Esta actividad es muy intensa, y entre 2020 y 2024 se han comprobado 587.322 anclas, de las que se han tenido que mover 41.115 (un 7% del total).

Actas.

Un 45,3% de las actas levantadas corresponden a embarcaciones con matrícula española, siendo el resto extranjeros. Pero en los datos de la Dirección General no puede discriminarse si corresponden a embarcaciones de alquiler o son particulares, ya que "muchos extranjeros alquilan barcos en las Islas y figuran como matrículas estatales", explica una fuente conocedora del tema que pide el anonimato por motivos profesionales.

En todo caso, no todas las actas terminan en sanción. "A veces es necesario confirmar los datos, los afectados presentan alegaciones, y en otros casos puede haber también algún defecto de forma", explican fuentes de la Dirección General de Medio Natural. En 2025 se han levantado 54 actas, que ya han derivado en 25 expedientes, y 5 sanciones. "Pueden ser más. La secuencia es ésta, acta, expediente y sanción. Algunas actas todavía pasarán a expedientes y sanciones", confirma la misma fuente.

Mejora el comportamiento individual

Por lo general, los técnicos y especialistas que trabajan en el mar aseguran que hay más concienciación. Gigi Torras, técnica de la ONG pollencina Arrels Marines, considera que "se nota la labor de concienciación que se ha hecho y la existencia de una normativa específica como el decreto de posidonia". "También es cierto que todavía encontramos cotidianamente escenas que demuestran que queda mucho trabajo por hacer", advierte. Para Torras también es importante "ir reduciendo el número de muertes ilegales en la Bahía de Pollença". "Hay por todo, algunos ya en desuso, y la afectación sobre la posidonia es grave", asegura.

Siete años de norma

El decreto de conservación de la posidonia marcó un punto de inflexión en la protección del medio marino en Baleares. La norma, pionera en el Estado, nació hace siete años para garantizar la preservación de este hábitat, declarado de interés comunitario y considerado uno de los grandes pulmones del Mediterráneo.

El decreto fija una serie de prohibiciones claras: no se pueden realizar obras ni instalar emisarios submarinos, se veta la pesca de arrastre, el vertido de materiales dragados, la extracción de áridos y las instalaciones de acuicultura. También regula uno de los aspectos más sensibles, el fondeo de embarcaciones, que queda limitado y controlado para evitar el arrastre de anclas sobre las praderas. La realidad, eso sí, hace que siete años después de la norma todavía haya emisarios que echan agua depurada de forma deficiente, "porque las infraestructuras han crecido mucho menos que la población y el turismo, y eso es preocupante", explica la científica del Imedea (Csic-UIB) Nuria Marbà.

El decreto de conservación de la posidonia marcó un punto de inflexión en la protección del medio marino en Baleares.

Otra novedad importante de esa normativa fue la gestión de los restos de posidonia en las playas. El decreto diferencia entre playas naturales, donde por lo general se prohíbe retirar los restos, y playas urbanas o con servicios, donde se permite su retirada bajo criterios técnicos y manuales de buenas prácticas. Con este paquete de medidas, el Govern quiso compatibilizar la actividad económica y turística con la protección ambiental y situar a las Islas como referente europeo en la defensa de la posidonia, un tesoro natural que ocupa más de 600 km² del litoral balear.

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