Diagnósticos que llegan tarde

Autismo en adultos: “Sufrí violencia de género porque no sabía distinguirla”

Eva García, presidenta de la Asociación Asperger Illes Balears, supo que tenía TEA a 49 años

PalmaEs técnica auxiliar de enfermería en el Hospital de Manacor y creció sin saber que era autista. "Somos de Sóller, fui a la escuela allí. En mi época no se hablaba", recuerda Eva García (Sóller, 1974). "Era una niña que pasaba desapercibida y no se dieron cuenta de que yo era trabada a gimnasia y era inquieta. A veces estaba sola en el patio, pero como tenía amigas de Sóller, no echaba de menos nada". Los estudios no fueron fáciles. "Sí que repetí cursos, y cuando fui a BUP faltaba a clase porque me aburría o porque no entendía los temas. Luego hice un grado medio".

Con los años, las dificultades continuaron. "Tuve conflictos familiares y sufrí violencia de género porque no la sabía distinguir. Y me di cuenta, cuando diagnosticaron a mi hija, que compartíamos muchos rasgos. Con 49 años me hicieron el diagnóstico. Por yo fue una liberación, porque entendí que muchos problemas que había tenido que mejorar, yo podían verlo y que podían verlo cosas que se podían ver. quejaba. No entendía según qué cosas, tenía conflictos con gente por problemas de comunicación, lo que me hizo llegar a sospechar", expone.

Cargando
No hay anuncios

Cuando le confirmaron que era TEA, sintió un gran alivio. "Los de la Asociación de Asperger, cuando se lo dije, me dijeron que ya lo veían, porque entre nosotros nos identificamos". Luego pidió la valoración de discapacidad: "Me han dado un 34%", dice.

Cargando
No hay anuncios

Dedicada a la salud

El autismo le ha creado dificultades sociales y familiares. "Si hay un sitio quiero ir y hay demasiada gente, no voy. Si estoy en un lugar donde conozco a la gente, estoy bien; sino, observaré, porque no sé empezar una conversación. Si quiero decir una cosa a una persona, podría estar una hora junto a ella sin decir nada; No me gusta que me toquen. Esto hace que no quiera ir en bus, también, porque se gente hace bus, también, porque la gente hace bus, también, porque la gente hace . me molestan; Tengo hipersensibilidad en el ruido", explica.

Cargando
No hay anuncios

Hoy es funcionaria y trabaja como técnica en cuidados auxiliares de enfermería (TCAI) en el Hospital de Manacor. Sin embargo, también mira atrás y piensa cómo habría sido su vida de haber conocido su condición años atrás. "Si hubiera sabido de niña que era autista, me habrían hecho adaptaciones y habría hecho la carrera que quería. No habría tenido tantas complicaciones con la familia, porque no me entendían. Hubiera sido diferente. En los trabajos no habría sufrido tanto, porque, como hubiera sabido lo que me pasaba, habría tenido herramientas", expone ~BK_SLT_L~ de adulta, y eso ha hecho que tenga la salud mental bastante afectada: autoestima baja y ansiedad. No me sé gestionar emocionalmente.

Cargando
No hay anuncios

También denuncia que las pruebas de autismo están enfocadas a niños. "Las niñas lo enmascaramos, porque imitamos a los que nos rodean. Si hacemos un berrinche, piensan que es normal, porque nos ven quisquillosas por ser ninas". Recuerda que, cuando era pequeña, si alguien hacía ruido, se tapaba las orejas. "Pensaban que era por molestia, pero me dolía", dice. "Antes no se hablaba tanto del autismo, porque el TEA 1 pasaba desapercibido: sí se veían algunos casos de grado dos y tres", explica.

Una forma de procesar diferente

García describe su cerebro: "Es muy práctico, como un engranaje de ordenador". "Yo necesito entender las cosas. Tengo que entenderlo todo para poder retener. A mí me es más sencillo leer el BOE que un texto, porque el BOE es literal, y un texto con segundas intenciones no lo veo". Con el tiempo, dice, ha aprendido a gestionar mejor lo que antes le costaba entender y afrontar. "Me diagnosticaron con 49 años, y me asusté, caí y me levanté. Por ejemplo, aprendí a entender la ironía. Me han tomado el pelo, pero he aprendido. E intento que no vuelva a pasarme", asegura.

Cargando
No hay anuncios

Desde 2019, es presidenta de la Asociación Asperger Baleares —aunque el diagnóstico lo recibió en febrero de 2024— y también es secretaria de Asperger España. "En la asociación hacemos tres cosas: trabajo social, de puente entre instituciones y usuarios, activismo; y hacemos terapias individuales, habilidades sociales, apoyamos a familias, ayudamos a tramitar. Hacemos trabajo de reivindicación", enumera. "Nos viene gente adulta que no sabe si lo tiene, porque en IB-Salut no hay nada para autistas adultos. Pruebas, sólo por privado, si quieren. Nosotros, como asociación, hemos conseguido que IB-Salut pague formaciones a profesionales para diagnosticar, y ahora queremos conseguir terapeutas ocupacionales en Atención Primaria y en Atención Primaria y en Atención Primaria. centralizada, dividida entre infantil-juvenil y adultos.

Si algo la reconforta es que tener autismo le ha ayudado a empatizar con su hija. "Entiendo sus motivos, no la juzgo". también'. El famoso 'a mí también'. No entienden que es diferente, es como si a una persona que va en silla de ruedas le dices que debe levantarse". Y concluye: "Tenemos una discapacidad invisible que no se ve. Tenemos problemas porque piensan que somos soberbios, pero no nos entienden. Necesitamos apoyo, ayuda y más sensibilización".