12/12/2025
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La universidad CEU San Pablo es una universidad privada, católica y de derechas, y vinculada a una institución, la Fundación Universitaria San Pablo CEU, que gestiona varias universidades en España: la CEU San Pablo de Madrid, la CEU Cardenal Herrera de Valencia, la CEU Fernando III en Sevilla o el Abad Oliba CEU en Barcelona. CEU son las siglas de Centro de Estudios Universitarios. La Fundación Universitaria San Pablo CEU está vinculada a su vez a una entidad conocida como Asociación Católica de Propagandistas (AcdP), ultracatólica y ultraconservadora, muy bien relacionada con los partidos de la derecha española. Los objetivos de esta Asociación Católica de Propagandistas son los que se deducen de su mismo nombre: propagar la fe católica y el apostolado, y también cierto tipo de negacionismo según el cual la culpa de la Guerra Civil fue de las izquierdas y del malvado gobierno de la República.

Es interesante que CEU San Pablo sea una fundación, porque, además de un organismo que puede funcionar como lobby de poder, una fundación también es una figura jurídica que permite recibir ayudas públicas, tan abundantes como el poder de turno considere necesario. Llegamos así al Gobierno balear del Partido Popular y Vox (formalmente lo es sólo del PP, pero en la práctica se trata de ambos) que, como no podía ser de otra forma, ha recibido con entusiasmo el desembarco de la CEU San Pablo en Mallorca. El ayusismo, que es la doctrina dominante dentro del PP, decreta excomunión a todo lo público y premia e impulsa enérgicamente, en su lugar, todo lo privado. La idea fundamental es la de siempre: de público, cuanto menos mejor, y lo que haya, que sea de mala calidad. De momento esto está lejos, porque la sanidad y la enseñanza pública, en general en España, son de buena calidad. Pero para que dejen de serlo se les recortan asignaciones presupuestarias y se vincula la oferta pública con polémicas ajenas a su función: en Baleares, se utiliza la lengua catalana para intentar crear problemas de cohesión interna, tanto en la comunidad educativa como en la sanitaria.

CEU San Pablo empezará su actividad universitaria, precisamente, con estudios de medicina. Aterrizará en una comunidad que destaca por dos datos terribles: Baleares está en la cola del estado en porcentaje de jóvenes que realizan estudios universitarios (apenas un 10%, frente a una media estatal del 30% aproximadamente), y también en inversión de recursos en investigación, desarrollo e innovación (un paupérrimo 0,4% del PIB). Ante semejantes datos lo que correspondería a un Gobierno normal es redoblar el impulso a la UIB, que además de pública, es la universidad concebida, desarrollada y arraigada en Baleares. Pero prefieren poner alfombra roja a los amigos de la Asociación Católica de Propagandistas y el CEU San Pablo, y declarar su proyecto "de especial interés estratégico". La pregunta es: ¿de qué estrategia?

Es positivo, mientras tanto, que la Obra Cultural Balear haya presentado enmiendas al proyecto de ley de la Universidad privada de Mallorca, en el sentido de asegurar el papel que debe tener el catalán como lengua oficial y propia de Baleares (aunque es previsible el caso que harán). También lo es, de positivo, que la OCB haya alcanzado la cifra de cinco mil socios, demostrando vigor y arraigo a la sociedad, justo en el momento en que el Govern ha retirado las subvenciones nominativas a OCB y Jóvenes por la Lengua. Gobernar, ya lo dicen, es establecer prioridades, y las del PP y Vox son diáfanas.

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