Este domingo participó por primera vez en el Maratón de Nueva York. Una experiencia que sirve de punto de partida para hablar de la ciencia detrás de los 42.195 km. Un hito físico –y emocional, al menos en Nueva York, donde se ha bautizado como "el mejor día del año" en la ciudad– que, además, ofrece una ventana científica para entender mejor la fisiología y los límites del cuerpo humano.

Algunos datos estadísticos generales sobre el maratón: más del 90% de los participantes de un maratón llegan a la meta; el tiempo medio de finalización es de 4 h 21 min para los hombres y 4 h 48 min para las mujeres –con las marcas más rápidas para el keniano Kelvin Kiptum (Chicago 2023; 2:00:35) y Ruth Chepngetich (Chicago 2024; 2:09:56); y, a pesar de su creciente popularidad, sólo un 0,17% de la población mundial participa en un maratón cada año. Ahora, vamos a la ciencia.

Cargando
No hay anuncios

Un estudio recientemente publicado en Nature Metabolism ha demostrado que, después de correr un maratón, se reduce temporalmente el contenido de mielina en zonas concretas del cerebro relacionadas con la coordinación motora, sensorial y emocional. Afortunadamente, esta alteración se recupera espontáneamente a los dos meses (¡tanta suerte!), pero evidencia cómo la actividad física extrema puede afectar, de forma directa, a estructuras neurológicas.

Si hablamos de actividad física extrema, seguro que nos viene a la cabeza Kilian Jornet, quien hace unos días completó la ascensión a las 72 cimas de más de 4.000 metros de Estados Unidos en sólo treinta y un días, el proyecto que llamó como States of Elevation. Pero, a pesar de alcanzar metas extraordinarias, incluso (seguramente) Jornet opera dentro de los límites que la fisiología impone.

Cargando
No hay anuncios

La ciencia ha desvelado –con mayor o menor precisión– los límites de resistencia fisiológica. Según investigaciones recientes, los humanos no pueden mantener de forma sostenida un gasto energético superior a 2,5 veces la tasa metabólica basal, cantidad mínima de energía que el cuerpo necesita para mantener sus funciones vitales cuando está en reposo. De hecho, este techo metabólico se observó tanto en corredores de maratón como en atletas de ultraresistencia.

También hay que tener en cuenta las diferencias poblacionales e individuales. Estudios apuntan a que las mujeres pueden presentar ventajas específicas en pruebas de larga duración: una mejor capacidad para metabolizar grasas, un ritmo más constante y una mayor resiliencia frente al agotamiento.

Cargando
No hay anuncios

La nutrición es, igualmente, una pieza fundamental. Tanto las estrategias previas –por ejemplo, la carga de carbohidratos antes del ejercicio físico– como la ingesta durante la carrera son cruciales para evitar el agotamiento repentino, conocido como 'muro'. La investigación muestra que muchos corredores no cubren adecuadamente sus necesidades energéticas ni hídricas, lo que limita su rendimiento y aumenta el riesgo de lesiones.

Como decía, el maratón de Nueva York es un día especial y emotivo en la ciudad. Se respira aire festivo y de celebración. De comunidad y compañerismo con los corredores que, empujados por la gente que les anima desde las aceras, se entregan físicamente a los 42 kilómetros (y buscas) que les llevan desde Staten Island, pasando por Brooklyn, Queens, Manhattan y Bronx, regreso a Manhattan y hasta llegar a Central Park.