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Después de una vida consagrada a la escritura de portentosas obras narrativas, en el período final de su existencia los poemas se convirtieron –y sólo los ojos más ávidos lo hubieran podido prever, ya que en las prosas ya había huesos poéticos– en su fundamento creativo, y de esta manera acabó sello honores, bien merecidos. Esto podría ser un retrato de Thomas Hardy, pero también lo es de la inmensa Antònia Vicens, que vuelve con su libro más radical, más sincero y perfecto: Coge tu cruz en LaBreu Edicions, devota editorial que ha sacado a la luz los últimos y supremos volúmenes poemáticos de la autora, dotada con el don de alcanzar la máxima expresividad a través de la mínima expresión.

No han sido pocas las personas que han comparado el estilo inmisericorde de Antonia Vicens con los de la Víctor Català más cruenta, la Mercè Rodoreda más despiadada o el Quentin Tarantino más sangriento, aunque hay un millar de directores de cine que dejan al responsable de Reservoir Dogs en ridículo en el tratamiento de la violencia, desde Dario Argento hasta Sam Peckinpah pasando por Jess Franco o Lloyd Kaufman. Todos estos cineastas anticonvencionales podrían haber firmado una adaptación fiel al espíritu deCoge tu cruz, el libro más salvaje de una autora que no va de verbas. ¿Provocación? Más bien una reflexión atentísima sobre nuestro mundo de ahora, en la que los conflictos bélicos se retransmiten en directo y en calidad de imagen 4K. Ahora mismo en la franja de Gaza Binyamín Netanyahu lidera un infame genocidio, y Ucrania sigue luchando contra este tirano ruso llamado Vladimir Putin, por mencionar las atrocidades más conocidas ahora mismo en danza. El planeta sufre, y Antonia Vicens, que como William Blake es capaz de discernir las voces del cosmos, radiografía esta realidad atroz y el resultado es su propuesta más apocalíptica.

Coge tu cruz es una obra encarnizada en la que niños vagan locos por una ciudad llena de verdugos que van construyendo filas de cadáveres mientras las rapaces hacen su trabajo y se llevan a cabo regateos de órganos bajo un cielo empapado de drones kamikaze. Como Mircea Eliade, Vicens sabe que la cruz de Jesús en el Gólgota se encuentra justo encima de donde está enterrada la calavera de Adán, y el ser humano, en el absurdo e inquietante desorden cósmico, tropieza siempre con la misma piedra, la que usó Caín para matar a Abel. Estamos ante un libro sabio e inclemente que es toda una lección de escritura, pero también un acto de valentía humana, porque describir el horror imperante es quizás una de las pocas dignidades que nos quedan en este universo indigno. Y Antonia Vicens se responsabiliza de su misión: coger su cruz, escribir, hacernos estremecer.

'Coge tu cruz'. LaBreu Edicions. 68 páginas. 13 euros.
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