“No llevaremos a los niños a la escuela”: protesta en Son Sardina por un docente condenado por acoso a menores
El docente trabajará en el CEIP Maria Antònia Salvà después de que el curso pasado lo hiciera en el CEIP Gabriel Janera i Manila, donde conoció a la víctima


PalmaLas familias del CEIP Maria Antònia Salvà (Son Sardina) no están dispuestas a aceptar que Miquel Roldán, docente interino condenado a un año de cárcel por acoso a menores (pero no inhabilitado), trabaje en su escuela este curso. "Los niños no irán a la escuela hasta el lunes. La propuesta tiene un gran apoyo y hemos contactado con el casal para las familias que no tengan alternativas para cuidar a los niños", explica Antònia (nombre ficticio), una madre del centro que, como todos los familiares afectados consultados, prefiere mantener el anonimato. "A los maestros, para ejercer, se les pide un certificado de no tener delitos sexuales, pero debería exigírseles no haber sido condenados por ningún delito con menores", añade.
El curso pasado, Roldán tuvo plaza en el CEIP Gabriel Janer y Manila (Pla de na Tesa), el centro donde conoció a la víctima. Las familias de este centro mostraron su rechazo a la incorporación del docente, y consideraron contraproducente que quisiera volver a un sitio con el que estaba tan vinculado y por hechos negativos. Para intentar calmar las aguas, Educació puso a un profesor de apoyo que se encargaba de vigilar todo lo que hiciera. Sin embargo, este año las familias de Son Sardina no están dispuestas a ceder.
Los padres y madres de Antoni Salvà han remitido una carta a la Conselleria para denunciar que la presencia de un profesor condenado por acoso a un menor "genera alarma, desconfianza y miedo". Aseguraron que sus hijos tienen "derecho a crecer y aprender en un entorno protegido y libre de riesgos". También añadieron que hay antecedentes judiciales "suficientes" que harían incompatible su labor docente, y remarcaron que consideran que "no es admisible" que una persona con este historial esté en contacto diario con menores en un aula.
Regreso a la barriada
La vinculación de Roldán con Son Sardina se remonta a años atrás. "Fue tutor de mi hijo en quinto y sexto. Hasta que un día desapareció", explica Antònia. El 24 de diciembre del 2022, el docente, también cantautor, encendió las alarmas de sus familiares y amigos cuando les envió una carta de despedida y publicó su "última canción" en las redes sociales. En la melodía explicaba que la vida no siempre es lo que parece y que había muchas cosas sobre la realidad que él vivía que todo el mundo desconocía. Días después dio señales de vida y dijo que en ningún momento había pensado en suicidarse. Mientras, efectivos policiales y ciudadanos le buscaron durante días pensando que podía ser muerto.
En 2023-2024, explica Antònia, el docente hizo visitas al IES Son Pacs, donde tenía exalumnos en primero y segundo de ESO. Se le invitó a partir. El curso posterior se matriculó en una FP de Grado Medio en el mismo centro. "Avisamos al equipo directivo, que separó los tiempos de patio para evitar que se encontraran. Roldán dejó el curso de repente", dice. La misma madre también explica que estaba "segura" de que después de pasar por Janer y Manila, Roldán iría hacia Son Sardina, "porque puso una publicación en redes con un mensaje que decía 'cerrando círculos' y tenía claro que el círculo se cerraría en Son Sardina", expone. "Ha sido rapidísimo. La tutora de sexto se cogió la baja y él reclamó la plaza. Al tener muchos puntos, ha sido suya".
El derecho superior de los menores
Marco (nombre ficticio) es padre de uno de los niños del grupo de sexto asignado a Roldán. "Mi hijo no irá a clase con este tipo. Antes, le llevaremos a una privada o haremos escolarización en casa", asegura. "No iremos porque los derechos de nuestros hijos van por delante y no retrocederemos. Somos muchos los que pensamos que, si no se arregla todo, nos llevaremos a los hijos a la privada. Él ahora busca el origen de lo ocurrido, y por eso pone la idea de 'cerrar círculos'", dice el padre.
En febrero se llevó a cabo en la Conselleria de Educación una Mesa paritaria entre la Administración y sindicatos educativos, en la que debía decidirse sobre el futuro del profesor condenado. Los siete representantes de la Administración votaron a favor de que realizara una evaluación psiquiátrica, mientras que los delegados sindicales de STEI, UGT, ANPE, Alternativa y USO se abstuvieron y SIAU y UOB votaron en contra. Como no hubo mayoría absoluta, la iniciativa quedó en punto muerto. El docente sólo se someterá a evaluación psiquiátrica, si lo desea. Educació dio un paso más y reclamó al gobierno de España que modifique la legislación vigente para impedir que personas de este perfil puedan tratar a menores. El ARA Baleares ha pedido a la Conselleria si piensa tomar alguna medida inmediata, pero no ha obtenido respuesta.