Las instantáneas de Pasqual Maragall: Cuando la fotografía puede ser el único recuerdo

La exposición 'La captura del tiempo' se inaugura el próximo viernes, 12 de septiembre, en el CIF Toni Catany de Llucmajor

Retrato que hizo Toni Catany en Pasqual Maragall en 1987, cuando era alcalde de Barcelona.
08/09/2025
4 min

PalmaDos manzanas, una junto a otra, que representan la misma cosa y, a la vez, representan dos muy diferentes: les acompaña una anotación manuscrita que indica "manzana sana y manzana podrida". Ésta es la imagen que se ha escogido para ilustrar el cartel de la exposición La captura del tiempo, que se inaugurará el próximo viernes, 12 de septiembre, en el Centro Internacional de Fotografía Toni Catany de Llucmajor. Y no es casual, que haya sido esa la fotografía la seleccionada, porque podría ser una de las naturalezas muertas firmadas por el fotógrafo mallorquín, pero es, en realidad, una instantánea captada por Pasqual Maragall (Barcelona, ​​1941) poco después de haber sido diagnosticado de Alzheimer. Y es que la fotografía fue una herramienta esencial en su relación con las primeras etapas de la enfermedad.

"El diagnóstico de Maragall coincidió con la aparición de los primeros móviles con cámara y eso fue todo un descubrimiento por él, tener esa herramienta tan accesible que en ese momento le permitía fijar momentos y capturarlos, congelar ciertos instantes, que entonces se había convertido en algo casi trascendental de lo transcendental. que es cotidiano", explica Teresa Sala, una de las comisarias de la exposición junto a Antoni Garau, director del CIF Toni Catany. "La idea es, sobre todo, subrayar la idea del poder que tienen los recuerdos humanos, como desde los mitos griegos la memoria ha tenido un papel clave también en el desarrollo del arte y las ciencias: Mnemósine, la personificación de la memoria, era la madre de las nueve musas. Y yo creo que éste es también el eje central: la memoria como la ciencia", añade.

Dejar constancia de la identidad

La muestra, de hecho, se vincula a un primer proyecto relacionado con las fotografías tomadas por Pasqual Maragall a partir del año 2007: el libro Pasqual Maragall Mira, coordinado por Caro Garcia y publicado por la editorial Blume en 2010, en el que se mostraba una primera selección de estas imágenes. "En ese caso en el título jugaban con su segundo linaje, que casualmente es Mira, y nosotros también lo hemos querido incluir en el cartel", expone Sala, "si bien en la exposición de Llucmajor no sólo habrá algunas de las imágenes que formaron parte de aquella primera elección, sino también fotografías inéditas, álbumes familiares, e incluso fuera una reliquia, en una vitrina".

Fotografías de Pasqual Maragall
Fotografías de Pasqual Maragall

Se trata de un dispositivo Nokia 6230, y es sólo uno de los numerosos teléfonos de este mismo modelo que utilizó el expresidente de la Generalitat durante aquellos años de investigación y experimentación fotográfica. Lo confirma su hija, Cristina Maragall, y asegura que pese a los intentos de cambiar de teléfono y proporcionar otros más actuales y con mejores prestaciones –el Nokia 6320 tenía 1,5 megapíxeles de resolución, mientras que una de las cámaras del iPhone 16 tiene siempre el teléfono a las que siempre mantuvo más de 48–, el político se mantuvo la digital. "Esto ha hecho que las fotografías no puedan ser impresas en gran formato, porque la resolución no lo admite", matiza Teresa Sala, "pero sí que nos ha permitido jugar con cómo la fotografía digital deviene analógica y cómo ambas se relacionan de manera diferente con la configuración de la memoria. Hoy en día todo el mundo tiene un archivo digital propio relleno de imágenes, pero los recuerdos son muy a menudo impreso también en formato físico", apunta.

Las instantáneas que podrán verse en Llucmajor a partir de este septiembre muestran fragmentos del día a día de Maragall una vez le ha sido diagnosticado el Alzheimer. Se pueden observar desde portadas de periódicos hasta relojes parados pasando por platos rellenos de comida. Y muchas aparecen acompañadas de una breve leyenda manuscrita por el propio Maragall que va más allá de la descripción: añade a menudo un toque de humor, una reflexión filosófica o, incluso, ambas. En cualquier caso, una de las temáticas más recurrentes entre las fotografías es el autorretrato, una cuestión que Teresa Sala vincula con la obra del pintor estadounidense William Utermohlen. "A partir del diagnóstico de Alzheimer empezó a pintar una serie de autorretratos donde ves como poco a poco se va borrando el rostro", expone Sala, "y, al fin y al cabo, en los autorretratos de Maragall existe también la voluntad de dejar constancia de una identidad que se desvanece, como si el tiempo la difuminara".

Fotografía tomada por Pasqual Maragall
Cena en la casa de Toni Catany, en 1997.

La relación con Toni Catany

Sin embargo, una de las partes más sorprendentes de la exposición para la gran mayoría de los visitantes será descubrir la relación entre Pasqual Maragall y Toni Catany. "Todo proviene de una serie de pernoctaciones que hizo Maragall cuando era alcalde de Barcelona, ​​a finales de los años 80, que consistían en ir a pasar la noche a casas de vecinos de la ciudad. Y una de esas casas fue la de Toni Catany", relata la comisaria Teresa Sala, "Toda la no tenemos pero la calle todavía no tenemos la calle y la casa todavía no tenemos pero la casa todavía no está en la Rambla. desvanecida, y pensábamos que esta exposición era también una forma de subrayar ese punto de encuentro que existió entre ellos". Años después, en 1997, todos estos vecinos que habían acogido el entonces alcalde de Barcelona en su casa se juntaron en una cena en la casa de Toni Catany y que éste inmortalizó en un puñado de fotografías que se exponen también en La captura del tiempo.

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