La gran odisea marítima de las lenguas humanas

Su expansión va de la mano de la de la población, con el mar como verdadera autopista en épocas pretéritas. Gracias al poblamiento de los continentes del planeta, han llegado a lugares extraordinariamente lejanos

PalmaCharles Darwin, en su libro La descendencia del hombre y sobre la selección en relación al sexo (1871), afirmó que "la formación de diferentes lenguas y de especies diferentes, así como las pruebas que ambas se han desarrollado mediante un proceso gradual, son curiosamente las mismas". En el siglo XIX se comparaba una lengua a un organismo vivo: nace, crece y muere. Y también, como ciertos organismos, puede multiplicarse y expandirse. Esto puede ocurrir de forma más o menos rápida, o de forma más lenta.

Las lenguas son uno de los rasgos que caracterizan una cultura, una población. Las poblaciones, sus culturas y sus lenguas no son inmutables. Los tres elementos están unidos y normalmente van cambiando poco a poco a lo largo del tiempo. Y esto ocurre (casi) sin que nos tememos.

Cargando
No hay anuncios

La expansión de las lenguas ha ido tradicionalmente ligada a la expansión de la población. Por ejemplo, el catalán es una de las formas en las que evolucionó el latín de los romanos. La cultura romana experimentó una rápida expansión por buena parte de la Europa occidental y, también, a ambos lados del Mediterráneo (recordemos que por el hecho de dominarlo militarmente, lo llamaban Mare nostrum). Una de las primeras cosas que hicieron para afianzar el control territorial y promover su lengua y cultura en crecimiento fue la de crear carreteras, como la famosa vía Augusta (que iba de Roma a Tarraco, actual Tarragona). Las carreteras romanas agilizaban el movimiento de la población, el comercio, las tropas militares y, con todos ellos, la del latín. La expansión del latín fue uno de los hechos lingüísticos más importantes de aquella época (claro, con la consiguiente desaparición de docenas de lenguas y culturas).

La expansión de las lenguas

Otras lenguas se han expandido por otros continentes, a veces despacio, a veces muy rápido. Por ejemplo, los huns, una cultura amante de los caballos, surgieron de detrás de los Urales y 'de repente' estaban en Panonia (la actual Hungría, más o menos). Esta cultura y su lengua desapareció dejando muy poco rastro. Y siglos más tarde, otra cultura llegó, también detrás de los Urales cerca del río Volga, y ocupó, más o menos, el mismo territorio. Eran los magiares (nosotros los conocemos como húngaros). Venían de muy lejos y hablaban una lengua muy diferente de las indoeuropeas. No cabe duda de que carreteras, carros y caballos fueron factores cruciales para la expansión de imperios como el romano, los hunos, pero también como el imperio mongol de Gengis Kan.

Cargando
No hay anuncios

Pero la verdadera autopista de las lenguas no ha sido la terrestre sino la marítima. Nos puede sorprender, porque cuando vamos en barco puede parecernos que va muy despacio. Acostumbrados a tomar un avión, cuando vamos en barco a Barcelona se nos puede hacer eterno, y 'sólo' son unas siete u ocho horas (depende del barco y del estado del mar). Antiguamente, era mucho más, porque dependían de velas e vientos, que decía Ausiàs March. Pero la vía marítima hizo posible realizar las conexiones más lejanas y en menos tiempo (teniendo en cuenta la tecnología de aquella época).

Hay que tener en cuenta que, por ahora, sólo tenemos evidencia de laH. sapiens sobre la construcción de naves. Las demás especies, todo apunta, estaban limitadas a la vía terrestre. Sólo elH. sapiens consiguió llegar a Australia. Lo mismo parece que ocurre con América: ninguno de nuestros ancestros (o coetáneos, como el hombre de Neandertal) logró llegar (en principio). Por eso, la versión más aceptada es que sólo laH. sapiens ha conseguido dominar el mar y por el contrario, otras especies, como los neandertales, no realizaron rutas marítimas.

Cargando
No hay anuncios

Familias lingüísticas

Si observamos el mapa del mundo, el globo terráqueo, y miramos después a las familias lingüísticas, veremos expansiones de población que son sorprendentes. Hace miles de años elH. sapiens consiguió dar el salto hacia el territorio que conocemos como Australia. Cuando los ancestros de los japoneses dieron el gran salto hacia las islas que hoy son Japón, se toparon con los ainus, una cultura que había llegado allí mucho antes que ellos (cuya lengua está en peligro crítico, con sólo unos diez hablantes nativos).

Cargando
No hay anuncios

En diferentes momentos de la historia los germánicos atravesaron el mar, primero hacia Escandinavia, hacia Gran Bretaña, Islandia, Groenlandia, y según estudios arqueológicos, también pisaron Terranova (en el actual Canadá) aunque no se consolidaron. Cuando el imperio romano caía, el grupo germánico de los vándalos llegó a África vía marítima (y también 'visitaron' Baleares). Siglos más tarde, los árabes y los amaziges dieron la vía contraria, dando el salto desde África a la Península Ibérica y de allí a Baleares y Pitiusas. Era mucho más rápido que la vía terrestre.

Si esto es sorprendente, el lector quizás también se sorprenderá de saber que la actual isla de Madagascar (aquella isla enorme a la derecha de África), fue poblada por una cultura que procedía originalmente de la isla de Formosa, que hoy la conocemos con el nombre de Taiwán. Desde esta isla, esta cultura se expandió por vía marítima, multiplicándose y dividiéndose de una manera extraordinaria. Son los campeones de la expansión lingüística, ya que su familia lingüística, la austronésica, va desde la lengua malgacha de Madagascar al rapanui de la isla de Pascua. Si observamos unos segundos nuestro globo terráqueo, comprobaremos que en línea recta son 14.492 kilómetros. Y esto con una tecnología naval antigua y mucho más sencilla que la de hoy en día. Un estudio reciente sugiere que quizás los rapanui podrían haber llegado incluso a América del sur.

Cargando
No hay anuncios

La vía marítima ha hecho posible el colonialismo que importó el castellano, el inglés, el francés y el neerlandés en América dando el gran salto atlántico. Hizo posible que el neerlandés llegara a Suráfrica (donde evolucionó en el actual afrikaans), pero también a Indonesia (donde fue lengua de la administración durante muchos años). Y lo mismo ocurrió con la conquista colonial de África por parte de europeos, y buena parte de Asia.

De esta forma fueron posibles las conexiones a larga distancia y el poblamiento de los continentes del planeta (con la excepción de la Antártida), y la llegada de lenguas a lugares extraordinariamente lejanos.