Expertos alertan del riesgo de que la capitalidad Cultural de Palma 2031 sea un espectáculo turístico
La red de agentes de cultura comunitaria REACC Illes critica la falta de participación real y pide una estrategia cultural con arraigo ciudadano
PalmaPalma ha anunciado su candidatura a Capital Europea de la Cultura 2031. Aunque podría ser una oportunidad para redefinir el modelo cultural de ciudad, varios colectivos culturales, como REACC Illes (Red de Espacios y Agentes de Cultura Comunitaria), han expresado serias reservas sobre el enfoque actual del proyecto. Alertan de que "el proyecto de Palma apuesta claramente por la espectacularización de la cultura", lo que le aleja "de su potencial transformador"
En un comunicado, la red advierte que en el contexto actual de "regresión democrática y tensión identitaria", con un Ayuntamiento gobernado por el PP y Vox, la propuesta debe ser analizada. Según REACC Illes, el manifiesto de la candidatura Mediterráneo in motion apuesta por la espectacularización de la cultura y no contempla "mecanismos de participación ciudadana reales ni compromisos con las prácticas culturales comunitarias". "¿Qué cultura quiere representar a Palma? ¿Por quién está pensada esta capitalidad? ¿Qué valores la sustentan?", son algunas de las preguntas que los impulsores del texto dicen que deberían debatirse.
Una visión alternativa desde la experiencia
El comunicado incluye reflexiones de los responsables de Donostia 2016, proyecto ganador de la capitalidad cultural vasca, que fue concebido como una "contracapitalidad", que apostaba por una cultura colaborativa y crítica. "Lo que teníamos claro desde el principio es que había que evitar que la capitalidad fuera un evento efímero, en el que prevaleciera la cultura como mero espectáculo", afirma Santiago Eraso, uno de los responsables del proyecto de San Sebastián. Sin embargo, reconoce que el impulso inicial fue en parte "neutralizado por la maquinaria institucional", y que la visibilidad y el control político acabaron imponiéndose al proceso participativo.
Por su parte, Ricardo Antón señala que hay que tener en cuenta los límites de cualquier intento de transformación dentro del sistema actual: "El sistema capitalista tiene una enorme capacidad de absorber cualquier tentativa crítica. [...] Quizás la mejor opción sería intentar ganar la candidatura, pero acabar perdiendo, para poner en marcha un proyecto realmente transformador fuera del escaparate.
En todo caso, los responsables del proyecto ponen también el énfasis en el tiempo que tuvieron para desarrollarlo: "La candidatura de Donostia se articuló en 2011 como un proyecto que se proponía desbordar el formato tradicional de capitalidad cultural y apostar por una cultura expandida, situada, pacificadora, crítica, colabora".
Cultura como derecho, no como marca
REACC Islas, para la candidatura de la capitalidad europea de la cultura, se reivindica una estrategia cultural a largo plazo, arraigada y con continuidad más allá de 2031. "Un buen dossier no transforma una ciudad. Lo que no se trabaja desde abajo, con vínculos y tiempo, no se sostiene", alertan. También reclaman redistribuir recursos hacia la cultura de base, el trabajo invisible y la creatividad colectiva, dejando de lado las campañas de marketing y la lógica turística. "Necesitamos una cultura de memoria viva, conflicto, imaginación política y reparación", añadieron.
Hacia una Palma de las ciudadanas
Con un tono crítico pero propositivo, el manifiesto concluye que es necesario estar preparadas para poner en marcha un proyecto cultural ambiciosamente transformador, incluso si Palma no gana la candidatura. Y, en palabras finales cargadas de simbolismo, el comunicado evoca la figura de Bartleby de Melville: "A veces debemos atrevernos a decir: 'Preferiría no hacerlo'. O, al menos, no hacerlo como siempre se ha hecho."
Lea aquí el comunicado completo firmado por REAAC Illes (Red de Espacios y Agentes de Cultura Comunitaria). Nodo Islas Baleares.