Los vasos de los festivales: ¿sostenibilidad o una estafa para sacar más dinero?
La fundación Rezero denuncia que lo que se vende como un modelo para acabar con los plásticos desechables acaba incrementando el impacto ambiental de los festivales


PalmaLa moda de los vasos personalizados en los festivales apareció con la intención de eliminar los plásticos desechables y reducir su impacto ambiental, pero, según el último estudio de la fundación Rezero, ha acabado convirtiéndose en un nuevo modelo de negocio que contribuye a la contaminación y al deterioro del medio ambiente.
Este fenómeno apareció después de que el gobierno español aplicara la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados y el Real Decreto de Envases de 2022 que obligó a los festivales a abandonar los vasos desechables. La medida se puso en marcha con el fin de conseguir un cambio radical en la generación de residuos de envases y vasos desechables en los festivales y eventos sociales y culturales. Pero Rezero remarca que ha sido "todo lo contrario". "Era una oportunidad para avanzar hacia el residuo cero que ha terminado manipulada por las empresas y entidades organizadoras de festivales y actos festivos. La mayoría han optado por, simplemente, ofrecer y cobrar vasos reutilizables sin articular un sistema real de recogida y lavado, por lo que la reutilización queda en manos de las asistentes", denuncia la entidad.
Según Rezero, éste no es más que un ejemplo del uso monetario que los grandes eventos culturales y sociales hacen del concepto de sostenibilidad. La entidad critica que en los festivales "no te dejan entrar nada fuera, aunque sea reutilizable, te hacen comprarlo todo allí y después no lo puedes devolver, utilizan la sostenibilidad para ganar más dinero". "En nombre de la emergencia climática, algunos se aprovechan de la conciencia colectiva para legitimar prácticas hipócritas y oportunistas", dice.
En cuanto a los vasos, Rezero asegura que este formato reutilizable se ha convertido en una nueva fórmula de negocio. "No para reducir el consumo de recursos o por el medio ambiente, sino para aumentar beneficios", critica. Además, también denuncia que los vasos de los festivales en realidad no son reutilizables, ya que no se devuelven, no funcionan con un modelo de depósito, no tienen ningún mecanismo para limpiarlos y suelen tener un diseño que hace inviable su reutilización.
La fundación Rezero pide a festivales y eventos que, por acercarse al residuo cero y ser menos excluyentes, permitan la entrada de bebidas y comida; garanticen que un sistema real de retorno y lavado de vasos, con empresas proveedoras que incluyan su servicio de recogida e higienización para futuros usos; opten por vasos estandarizados, sin marca o año, que sean útiles para otros eventos; que, si cobran por el vaso, lo hagan siempre en concepto de depósito retornable y que habiliten espacios que faciliten al público asistente el retorno del vaso y el cobro del depósito, sin largas esperas que no compensan la recuperación del importe del depósito.
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1. Más grueso, pero desechable
Los vasos son más gruesos, y por eso lo llaman reutilizables. Como la organización no se responsabiliza de la recogida y lavado, en muchos casos, acaban abandonados en el mismo recinto o en su entorno. Con el agravante de que, al contener más plástico, implican un mayor derroche de recursos.
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2. El vaso debe pagarse, tanto si se quiere como si no
Dado que la organización no ha implantado un sistema de retorno ni circuito de lavado, no se pueden devolver ni reutilizar los vasos. Esto lo que realmente provoca es que no cobran en concepto de depósito, sino que la organización del evento obliga a las asistentes a adquirir un vaso de plástico.
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3. El diseño impide reutilizar
La falta de interés en la reutilización ya se hace patente en el diseño de los vasos. Lo habitual es que incluyan la fecha y el logotipo del festival y, a menudo, el de las empresas que lo patrocinan. Esto dificulta su reutilización en otros eventos.
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4. Coleccionar vasos no es reutilizarlos
Los vasos se han acabado convirtiendo en un elemento más de merchandising. Esto ha incentivado su coleccionismo y no fomenta la reutilización de éstos, sino la acumulación y compra de nuevos vasos.
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5. Recoger vasos para reciclarlos no es reutilizar
Llenar cajas de vasos usados y enviarlos a reciclar implica que estamos hablando de vasos desechables. Aquí la reutilización no entra en escena.