Sólo tres de cada 100 alumnos marroquíes que terminan la ESO se gradúa en la universidad
Un estudio señala que el incremento del racismo y la xenofobia es una de las causas del abandono prematuro de los estudios
PalmaSólo el 3% de los alumnos marroquíes que finalizan la ESO en Baleares termina posteriormente los estudios universitarios. Ésta es una de las cifras del estudio Escolarización y abandono escolar de la población marroquí residente en Baleares que se ha presentado este martes y cuyos autores son el antropólogo Alexandre Miquel, el psicólogo y sociólogo José Luis Reina y el presidente de la Asociación balear de marroquíes, Mustafa Boulharrak. También ha colaborado el Consejo para la comunidad marroquí en el extranjero, presidido por Driss El Yazami.
A pesar de que el alumnado marroquí que cursa Primaria ha aumentado un 95% (de 1.730 a 3.373) entre 2010 y 2023, el incremento en la ESO se sitúa en el 21% (de 1.357 a 1.357 a 1.640) por dos motivos principales por motivos económicos, sobre todo durante la pandemia y los años posteriores. El aumento de alumnos en la FP de grado medio ha sido del 169% (de 94 matriculados en 2010 a 253 en 2023), mientras que la tasa de incremento en FP superior ha sido del 653%, un porcentaje que se explica por la menor presencia de alumnos marroquíes en esta etapa educativa: en 2010 eran 128.
Por otra parte, los estudiantes marroquíes se han incorporado progresivamente al Bachillerato, pero las cifras todavía son escasas: de los 72 inscritos de 2010 se pasó a 149 en 2023 (un 107% más). Y, en lo que se refiere a los estudios universitarios, la presencia de estudiantes de origen marroquí es residual: de 33.263 matriculados entre 2010 y 2021, sólo 138 fueron marroquíes (el 0,42% del total).
En cuanto a las causas del abandono prematuro de los estudios de los jóvenes marroquíes, el informe remarca que las actitudes racistas y xenófobas se han agravado, y que existe un sesgo del sistema, que los dirige hacia la Formación Profesional, una orientación que se percibe como denigrante. Además, buena parte de las familias se centran en mejorar su economía y condiciones de vida, y muchos jóvenes que deben contribuir no pueden seguir adelante con sus estudios. "Es una cuestión de clase. El primer objetivo de la gente que viene es trabajar y los hijos se ponen a trabajar en cuanto pueden para contribuir a la economía familiar", ha señalado José Luis Reina. Los autores también señalan las carencias del sistema educativo y de formación del profesorado en diversidad.
"Hay cierta preocupación entre la población estudiante. Además del malestar por la falta de orientación, está el tema de la convivencia, y el aumento de la exclusión y del racismo debido a la propaganda de la extrema derecha en los últimos años. Además, hay que trabajar la falta de implicación de los padres", ha explicado la mayoría de la de alumnos de origen marroquí ya han nacido en Baleares.
En la misma línea, Driss El Yazami ha remarcado que "los estudiantes marroquíes son españoles a la vez". "Tienen derecho a la igualdad como cualquier otro estudiante español", continuó. Yazami también ha considerado que las cifras del informe son extrapolables a la situación del resto del Estado español. "Las razones que se analizan son claras. Necesitamos una verdadera movilización de todas las partes implicadas para responder a esta problemática", ha añadido en referencia a "las familias, las escuelas, los actores políticos, los países de origen y de acogida y el resto de instituciones".
Por otra parte, Alexandre Miquel ha subrayado que el marcado laboral de una sociedad como la balear, "donde todo se centra en el sector servicios", no demanda una formación superior. Esto entra en contradicción con que "la inmigración extracomunitaria está sometida cada vez a una legislación más restrictiva". También ha señalado que existe "un problema de reparto de los alumnos" entre centros educativos. "Encontramos concentración en determinados centros y se produce un efecto de 'guetización'. Y hablamos de gente que es mallorquina de nacimiento", apuntó.