Ramon Llull al servicio del nacionalcatolicismo

El franquismo se apropió de la figura del beato mallorquín como icono de la España católica después de que en el siglo XIX los intelectuales isleños de la Renaixença le hubieran reivindicado como uno de los padres de la patria con la construcción de estatuas civiles

R amon Llull es el místico alocado de las letras catalanas. Nacido en Palma en 1232, era hijo de repobladores nobles catalanes llegados a raíz de la conquista de Jaime I. En la treintena, su vida frívola y mundana dio un giro de 360 ​​grados después de escuchar un sermón del obispo de Mallorca sobre san Francisco de Asís. Previamente presenció cinco apariciones de la imagen de Cristo crucificado. Entonces abandonó a su mujer ya sus dos hijos para dedicarse en cuerpo y alma a elaborar su famosa Ars, un método universal para combatir los 'errores' de los infieles y por el que sería considerado el precursor de la informática. Para tener más aliados en esta causa, en Miramar, en la costa de Valldemossa, fundaría una escuela misional con el patrocinio del rey Jaime II. También viajaría a Europa por captar el apoyo de papas, monarcas y señores.

Una vez muerto en 1315 a 83 años, el palmesano enseguida recibió culto local como beato por aclamación popular. Sin embargo, no sólo se convirtió en todo un referente religioso, sino también intelectual. En 1483, bajo su advocación, se creó el primer centro de enseñanza superior de Mallorca, el Estudi General Lul·lià, con sede inicial en el antiguo convento jesuita de Monti-sion. En 1691 la institución se transformó en Universidad Pontificia, también conocida como Universidad Lul·liana –estuvo en funcionamiento hasta 1842.

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Fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando la figura de Llull empezó a reivindicarse como uno de los padres de la patria. La voz cantante la llevaron los prohombres de la Renaixença, un movimiento intelectual nacido bajo la influencia del Romanticismo inglés y alemán. En estos dos países ya había habido intentos de homenajear con estatuas a sus grandes tótems nacionales del pasado. Lo mismo harían los renacentistas mallorquines con su beato. Fue el inicio de la secularización de todo un símbolo religioso. En 1863 el alcalde de Palma, Estanislau Lluís Piñano, y el abogado Antoni Prohens ya plantearon colocar una estatua de Llull en el centro de la plaza de Abastos, la actual plaza Mayor, por ser el lugar donde se creía haber nacido. Otros, en cambio, eran más partidarios de ubicarla en la plaza de Sant Francesc, junto a la iglesia en la que tenía sepultura. Sin embargo, ninguna de las dos propuestas llegó a prosperar.

Un Llull colosal en Randa

En 1872 el archiduque Luis Salvador de Austria compró la posesión luliana de Miramar. En 1880, con motivo de la conmemoración del sexto centenario de la fundación de la escuela misional, encomendó al reputado artista italiano Giovanni Doupée una estatua de mármol del filósofo. La pieza fue colocada en la conocida capilla del Puente, construida sobre una peña. En 1975 un rayo derrumbó parte de la construcción y estropeó las dos manos de la escultura. A resultas del suceso, la pieza sería trasladada a la finca de Son Moragues.

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Durante este tiempo fracasaron una serie de proyectos de monumentos cívicos dedicados a Llull, que sólo se plasmaron en papel. También hubo uno religioso muy importante que no vio la luz. Fue lo que promovieron los franciscanos en el monte de Randa (Algaida), donde el sabio recibió la revelación, la famosa 'iluminación', sobre su Ars. La cima debía ser coronada con una estatua de dimensiones colosales similar a la estatua de la Libertad de Nueva York. La idea acabaría descartándose porque era del todo inviable logísticamente. Sin embargo, en 1919 se conseguiría levantar otra escultura, aunque más pequeña, a la entrada del santuario de Cura.

La institución más interesada en honrar la figura del 'Doctor Iluminado' fue la Sociedad Arqueológica Lul·liana (SAL), creada en 1880 por iniciativa de Bartomeu Ferrà. Su primera sede fue el colegio luliano de la Sapiencia, que se levantó en 1629 en la plaza de san Jerónimo de Palma. En 1888 la SAL hizo colocar una placa sobre el pórtico de la actual plaza Mayor, en la supuesta casa natalicia del beato. En 1892 los artistas Llorenç Ferrer y Guillem Galmés esculpieron una estatua del mallorquín más universal para el claustro del Instituto Balear, fundado en 1835 en el antiguo edificio del Estudi General Lul·lià –en 1929 la Sapiencia también tendría una. En 1916 la escultura formó parte de la mudanza del centro a una infraestructura educativa que se inauguró cerca del torrente de la Riera, la conocida 'isleta académica'. Entonces se colocó frente al nuevo recinto, en el cruce entre las actuales avenidas de Alemania y de Portugal con vía Roma.

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Llull decapitado

El 15 de abril de 1931, al día siguiente de la proclamación de la Segunda República, esta estatua apareció decapitada. "Para algunos jóvenes republicanos incontrolados –asegura el historiador Gabriel Alomar–, Llull representaba al antiguo régimen, en el que la religión y la iglesia marcaban el poder político". En marzo de 1932, la Federación Balear de Estudiantes Católicos se encargó de sufragar por cuenta propia los gastos de restauración de la escultura. Ese año se conmemoraba precisamente el séptimo centenario del nacimiento del beato. La obra se inauguró dos meses después con la asistencia de estudiantes, profesores y representantes del Ayuntamiento. "Cinco días después de ese acto vandálico, el claustro del Institut Balear ya había hecho una declaración de apoyo a la República con la esperanza de que defendiera la mejora de la educación y promoviera los ideales de la cultura y de la libertad".

El único miembro del claustro que votó en contra de aquella declaración fue el catedrático de Latín, el presbítero Bartomeu Bosch. Es la misma persona que después del golpe de estado de julio de 1936 se convirtió en director del Institut Balear y presidente de los diferentes tribunales de depuración de maestros y profesores. A su propuesta, el centro pasó a llamarse IES Ramon Llull para hacer olvidar los valores liberales de los liceos franceses en los que se inspiró. "Con el cambio de nombre –afirma Alomar– se quiso hacer una exaltación de la religión católica y destacar a Llull como modelo para la educación y para la juventud".

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'Raimundo Lulio', un patriota español

Terminada la Guerra Civil, la 'isleta académica' presidida por la estatua de Llull fue el punto neurálgico de los actos de celebración de la 'victoria' el 19 de mayo de 1939. “Por delante suyo –apunta el investigador– pasó el gran desfile. multitudinarios del rosario...". En 1967 la escultura luliana sería trasladada al interior del patio del IES Ramon Llull. Fue a consecuencia del nuevo plan urbanístico de Palma que implicó suprimir el amplio paseo que había en medio de las avenidas y que albergaba al conjunto escultórico.

El historiador Pere Fullana explica el interés que tuvo el franquismo en la figura de Llull: "Fue visto como un gran aliado del nacionalcatolicismo, obviando, evidentemente, su vertiente como padre del catalán literario. Personas como el arzobispo de Madrid, Leopol9 E2 misionero que durante la Edad Media se dedicó a convertir a los infieles musulmanes [hubiera viajado a Bugia, Túnez, Chipre, Jerusalén e incluso a Egipto, Etiopía y Armenia] Lo mismo había hecho en el siglo XVIII el petrero Junípero Serra con los pueblos indígenas de México y California. la biblioteca de autores cristianos del franquismo. Entonces, nuestro beato pasó a llamarse 'Raimundo Lulio' y muchas de sus obras se tradujeron al castellano". Mientras, en 1957 el estudioso Friedrich Stegmüller fundó en Friburgo (Alemania) el Raimundus Lullus Institut, convertido hoy en el gran referente mundial de investigación luliana.

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Desde Mallorca, quien hizo una lectura interesada del pensamiento de Llull fue el franciscano Pere Joan Cerdà Colom, natural de Bunyola. En 1925 ya había impulsado en Inca la construcción del Colegio Beato Ramon Llull, conocido popularmente como San Francisco. "En 1937 –apunta Fullana– hizo un sermón en Palma en el que hablaba del artífice delArs como el emblema del nuevo estado católico y modélico que debía imponerse". Durante el franquismo se siguieron colocando más estatuas del 'Doctor Iluminado' en otros lugares: la mítica cueva de Cura donde recibió la 'iluminación' (1943), el monasterio de la Real en Palma (195 en el barrio del Rafal (1961) e incluso algunos espacios privados.

En 1967 tuvo lugar la inauguración del monumento más importante, en el paseo de Sagrera. de origen vasco Horacio de Eguía, el mismo que en 1965 ya había erigido la famosa escultura de fray Junípero Serra delante del convento de San Francisco.

Pendientes de la canonización

Desde 1996, bajo el pontificado del difunto obispo de Mallorca Teodoro Úbeda, el presbítero palmesano Gabriel Ramis Miquel, de 88 años, es el postulador para la canonización de Ramon Llull. "En el Vaticano –dice– las cosas van muy lentas, pero sé que hay gente estudiando los papeles presentados por la causa. Es difícil saber cuándo se pronunciarán al respecto". Llull es el autor medieval con la producción literaria más extensa y el primero que empleó una lengua vernácula para tratar temas científicos. Su obra, escrita principalmente en latín y árabe más que en catalán, consta de más de 250 volúmenes y también incluye novelas y poemas. Ramis considera que hay motivos de sobra para hacer san al 'Doctor Iluminado': "En el proceso pesan muchos factores, no sólo su inmensa producción mística y su labor misionera. También hay milagros que se le atribuyen. Se tiene constancia de que su reliquia (la mandíbula), hoy en la iglesia de Sant Francesc de Palma,

Desde 1605 hasta 1911 hubo otros cinco procesos, todos infructuosos, para canonizar al sabio mallorquín. Los principales obstáculos siempre fueron las tesis antilulistas, alimentadas en el siglo XIV por el inquisidor general de la Corona de Aragón, el dominico gerundense Nicolau Eimeric, que falsificó escritos suyos para acusarle de hereje. Otros sectores se encargarían de desacreditarle aún más, atribuyéndole textos sobre alquimia.

Al margen de estas difamaciones, sobre Llull se generaron muchas leyendas. Una de ellas explica que abrazó a la religión cristiana a partir de un hecho curioso. Un día se puso a perseguir a una bella dama hasta las puertas de la iglesia de Santa Eulalia, de Palma. Justo antes de entrar en el templo, la joven se habría dado la vuelta y habría enseñado un pecho canceroso a su acosador, que queda totalmente conmocionado. El historiador Pere Fullana asegura que el nacionalcatolicismo se cuidó de silenciar los episodios más 'inmorales' del beato. "Se obvió que hubiera abandonado a la mujer ya sus dos hijos para entregarse a su labor evangelizadora y que hubiera pegado, por haber blasfemado, a su esclavo musulmán, que acabó suicidando en prisión".

El místico isleño murió en 1315 a 83 años, una edad insólita para la época. No se sabe si lo hace en Mallorca o como mártir en uno de sus viajes misionales. Sin embargo, según la tradición, fue lapidado en Bugia (Argelia) en manos de unos infieles. Entonces unos navegantes genoveses se lo llevaron agonizando hacia Palma. Llull habría expirado justo al avistar la costa de su ciudad natal, asombrado ante la belleza de la Catedral –es una versión bastante inverosímil teniendo en cuenta que sólo hacía un año que el templo se había empezado a construir. En un principio nuestro teólogo viajero debía ser enterrado en la tumba familiar de la iglesia de Santa Eulalia. Sin embargo, los franciscanos, la orden con la que siempre había estado vinculado, presionaron para que descansara en un sepulcro de alabastro de San Francisco. Hoy Ramon Llull es el patrón de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y su festividad es el 27 de noviembre.