Un estudio pionero en Baleares revela que las reservas marinas conectadas protegen mejor a los peces
Los investigadores del Imedea (CSIC-UIB) han analizado con el proyecto 'Coremar' los movimientos y comportamiento de especies clave para la biodiversidad y la pesca

PalmaUn estudio del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, Imedea (CSIC-UIB), que ha realizado un seguimiento de peces por telemetría acústica durante dos años, ha demostrado que las reservas marinas funcionan mejor cuando están conectadas entre sí. Los resultados destacan la importancia de las reservas marinas de Baleares para proteger y conectar a las poblaciones de peces, ha informado la institución en un comunicado sobre el proyecto Coremar, que ha estudiado los movimientos y el comportamiento de especies clave para la biodiversidad y la pesca, como el mero, el dentud, la serviola, el especto y la acortaza.
El estudio, que ha finalizado recientemente, ha utilizado telemetría acústica, una tecnología que permite seguir los movimientos de los peces. Para ello, los peces son capturados y sometidos a una pequeña cirugía en la que se les implanta un dispositivo electrónico del tamaño de un montón que emite señales acústicas únicas que son detectadas por receptores instalados en el fondo marino. Cada vez que un pez marcado pasa cerca de un receptor, se registra su presencia junto con variables ambientales, como la temperatura. Esta técnica permite reconstruir los movimientos y la actividad de los individuos y también comprender cómo utilizan las reservas marinas y cómo responden a cambios en los factores ambientales.
El proyecto ha consolidado una red pionera de seguimiento marino con 38 receptores distribuidos entre Mallorca y Menorca (Balearic Tracking Network, BTN), integrada en otra europea (European Tracking Network), lo que sitúa a Baleares como un nodo estratégico internacional. Durante el proyecto se han marcado 126 peces de diferentes especies, detectadas más de dos millones de veces por los receptores de la BTN. Además, los dispositivos instalados en el mar registraron cuatro millones de datos de temperatura del fondo marino.
Condiciones ambientales
Los resultados permiten entender mejor la actividad de los peces en función de las condiciones ambientales, información especialmente relevante frente al cambio climático. Los transmisores implantados disponen de baterías de larga duración, entre 5 y 10 años, lo que garantiza que muchos de estos individuos seguirán aportando datos en los próximos años. "Sabemos más sobre cómo utilizan y conectan las distintas reservas los peces, cuándo están más activos y qué zonas son fundamentales para su conservación", explica el investigador principal del proyecto, Eneko Aspillaga.
Los resultados destacan la importancia de las reservas marinas como un sistema interconectado que, no sólo protegen a los peces dentro de sus límites, sino que también facilitan su movimiento entre diferentes zonas. Este conocimiento ha permitido "calcular áreas de distribución detalladas para cada especie, identificar zonas prioritarias para la gestión y reforzar la idea de que las reservas funcionan mejor cuando están conectadas entre sí".
El proyecto ha supuesto también el inicio de los estudios de telemetría en Menorca, con la instalación de los primeros receptores en la Reserva Marina de la isla del Aire, en colaboración con la Estación Jaume Ferrer (COB-IEO, CSIC). Esta joven reserva, designada en 2019, ha resultado ideal para estudiar las primeras fases de asentamiento de poblaciones de mero, aportando información clave sobre los patrones de residencia y dispersión.
Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentran recapturas que evidencian movimientos de peces a gran escala. El caso más llamativo es el de un mero juvenil marcado en la isla del Aire y capturado meses después en la costa catalana. También se documentó un bacalao (Mycteroperca rubra) marcado en Menorca y pescado posteriormente en Portocristo. "Estos resultados nos han sorprendido y nos plantean nuevas preguntas científicas. Aunque anecdóticos, son los primeros indicios de que las reservas marinas de Baleares no sólo son esenciales a escala insular, sino que también desempeñan un papel ecológico crucial para todo el Mediterráneo noroccidental", destaca Aspillaga.
La importancia del proyecto Coremar radica en que sus resultados pueden mejorar la gestión de los recursos marinos y, además, ha consolidado una infraestructura de seguimiento permanente única en Baleares y referente internacional en investigación y conservación marina.