Desaparecidos en el Mediterráneo: vives hasta que se demuestre lo contrario

La burocracia y la falta de colaboración de los países de origen hacen casi imposible que las familias puedan tener información sobre los migrantes

Migrantes en una pequeña patera en el Mediterráneo central esperan ser rescatados.
Leila Zaimi i Mercedes Ortuño Lizarán
05/08/2025
3 min

PalmaAdel y Alilou salieron de Argelia en dos pateras en el 2020 y el 2022. De la primera y de sus pasajeros no quedó rastro; la segunda fue rescatada sin dos personas. Años después, sus familias se aferran aún a la esperanza de que sigan vivos: nadie puede demostrarles lo contrario. Es el silencio al que se enfrentan los seres queridos de miles de migrantes desaparecidos tras lanzarse al mar en su intento de llegar a Europa, como pudo constatar EFE hablando con los hermanos de Adel y Alilou.

En la ruta argelina, cuyo destino final son principalmente Baleares y también el sudeste peninsular, murieron en el 2024 al menos 517 personas, según el balance anual del colectivo Caminant Fronteres. Entre enero y mayo de 2025 los fallecidos son 328, casi el doble que en el mismo período del año pasado, cuando naufragaron 175 personas.

Quienes deciden embarcarse en una patera saben perfectamente que el trayecto es peligroso. Por eso, algunos, por no preocupar a sus familiares, les ocultan sus intenciones y ni siquiera se despiden de ellos.

En 2024 llegaron a las costas de Baleares de forma irregular 5.882 migrantes, según datos del Ministerio del Interior, y en lo que va de 2025 ya han llegado al menos 3.482, de acuerdo con el recuento de EFE a partir de la información facilitada por la Delegación.

Los cuerpos de quienes naufragan tienen dos destinos posibles: perderse en el mar para siempre o que las olas los arrojen a la costa. Si el segundo ocurre en España, la burocracia y la falta de colaboración de los países de origen dificultan tanto el proceso de que son muy pocos los cadáveres que se acaban identificando y menos aún recogiendo.

La posibilidad de identificación mediante exámenes de ADN es tan remota y la comunicación con las familias, tan escasa, que a muchas de ellas, sin restos a velar, el silencio las persigue de por vida, a la vez que les da alas para aferrarse a cualquier escenario ilusorio en el que aún sigan vivo.

En prisión pero vives

"Quizá estén en prisión o en Túnez", dice Rachidi, de espaldas al Mediterráneo en la ciudad de Aïn Taya –a unos 30 kilómetros al este de Argel–, de donde zarpó a su hermano Adel junto a otras veinte personas el mismo 6 de diciembre de 2022. hermano, aunque últimamente dejaba caer que quería salir de Argelia

Después de un par de días sin noticias de Adel, su familia empezó a preocuparse por él, pero le llamaban y su teléfono estaba apagado a su amigo Djalil. Rachidi que los chicos se habían embarcado en una patera rumbo a España en la que viajaban 21 personas.

Adel tenía 21 años cuando decidió jugarse la vida para llegar a España. “No hay esperanza. No puedes tener una casa propia en tu país (...). se entiende! ¿Por qué hay gente que llega y que es recibida por la Cruz Roja y otros de los que no sabemos nada? ¡Son miles de personas, miles!", clama Rachidi, consciente de que la mayoría de sus preguntas nunca encontrarán respuesta. Askander, de sólo 22 años, y ahora ayuda desde España a quienes siguen buscando a sus desaparecidos en el mar. Comprende que conserven la fe de que sigan con vida, incluso si eso significa que estén en alguna cárcel: "Yo mismo pensé así los primeros meses", confiesa

Karima no se cree que su hermano Alilou naufragó junto a un amigo, dice que las versiones de los nueve supervivientes de esa patera que partió con once personas son contradictorias.

Era el 1 de noviembre de 2020 sobre las dos de la madrugada, una noche del sábado al domingo, en Aïn Benian –a unos 36 kilómetros al oeste de Argel–, y Alilou soñaba con llegar a Alicante. Según los relatos que le han llegado a Karima, a unos 50 kilómetros de la costa alicantina una avería dejó la embarcación a la deriva durante varias noches, hasta que el 7 de noviembre Salvamento Marítimo rescató a nueve personas. Faltaban dos. "Hay dos versiones: una dice que mi hermano saltó por recuperar su jersey en el mar y que su compañero intentó socorrerle cuando la corriente lo arrastró; la segunda, que vieron un barco y fueron nadando hasta él porque estaban desesperados después de cinco días", cuenta.

En estos cinco años no ha habido ninguna pista más, lo que ha dejado espacio a una tercera versión: "Pienso que mi hermano y su amigo fueron señalados como patrones (de la patera)", apunta Karima, convencida de que les detuvieron las autoridades españolas. "No creemos que se ahogaran. Están mintiendo", zanja, sin saberse si habla ella o la esperanza, de algún día, encontrar con vida a su hermano.

stats