El Consell de Menorca silencia dos informes internos contrarios al uso del artículo salado en sus redes
Hagámoslo en Català se ampara a juicio de los técnicos para judicializar el caso, mientras espera desde hace cinco meses a que se resuelva su recurso

PalmaLos entes públicos adscritos a la Consejería de Educación, Juventud, Cultura y Deportes del Consell de Menorca ya no podrán publicar en las redes sociales en artículo salado no normativo. La asociación Fem-ho en Català, constituida el año pasado por los antiguos voluntarios lingüísticos en Menorca de la Plataforma por la Lengua, está a punto de forzar legalmente a la Consejería que encabeza el ex director de la Fundación Joan Pons Torres a dejar de utilizar el artículo salado en las publicaciones en redes de su departamento.
Agenda Cultural de Menorca, Menorca Isla del Deporte y Menorca Illa Jove salen en todas sus publicaciones en redes como Instagram, aunque ya hace más de un año que se ha solicitado formalmente a la Consejería de Joan Pons Torres que deje de utilizar el artículo salado y léxico no normativo en sus anuncios. Así se lo piden también dos informes internos, uno jurídico y otro de la asesora lingüística del Consell, a raíz del recurso de alzada que Fem-ho en Català ha interpuesto contra la decisión inicial del consejero de desestimar su petición. Conviene recordar que Sa Fundació, que Pons Torres dirigía antes de ser conseller, promueve la defensa de las modalidades insulares con el objetivo de que se arrincone al catalán normativo en favor de "formas más autóctonas".
La primera solicitud se hizo el 9 de julio de 2024 con el apoyo de un informe interno del Servicio de Asesoramiento Lingüístico y del presidente de la Sección Filológica del instituto de Estudios Catalanes, pero el Consell eludió su obligación legal y respondió con el silencio administrativo.
La reacción de Fem-ho en Català fue demandar directamente al Consell ante el Juzgado Contencioso de Palma por el procedimiento especial de protección de derechos fundamentales. La Fiscalía le apoyaba, pero el Consejo respondió desestimando la petición de la entidad.
Sentencia
En su resolución, el conseller Pons Torres se amparaba en una sentencia del Tribunal Superior de 2017 sobre el conflicto creado entre el Consell de Formentera y el ente público Fogaiba por el uso que éste había hecho de vocabulario propio del mallorquín en un listado de productos a subvencionar. El TSJIB dio la razón al Fondo de Garantía Agraria por no tener competencia en normalización lingüística ni tener tampoco que ver la subvención con las políticas de carácter lingüístico.
Pero Hagámoslo en Catalán consideró que la sentencia no era aplicable al caso del artículo salado en las redes del Consell de Menorca y el 4 de mayo interpuso un recurso de alzada. En el recurso no sólo alegaba las instrucciones internas del Consejo que regulan el modelo lingüístico en las redes sociales, sino también la existencia de un contrato menor para la gestión comunicativa de la Agenda Cultural con un pliego de condiciones que impone la corrección lingüística en las publicaciones.
Transcurridos tres meses desde la petición, cuando empezaba a operar el silencio administrativo negativo, la entidad pidió al Consejo que certificara su falta de respuesta y le aportara toda la documentación del expediente. Allí descubrió dos informes emitidos expresamente para el recurso que habían sido silenciados por el conseller, ambos demoledores.
El informe jurídico concluye claramente que la sentencia de 2017 no es aplicable a este caso y que las instrucciones lingüísticas deben ser tenidas en cuenta. En cuanto al emitido por la asesora lingüística, también refuerza los argumentos y deja claro que ni las normas de la lengua ni los manuales de estilo permiten utilizar el artículo salado en contextos formales.
En su opinión, "el artículo salado o baleárico es inadecuado, porque no se ajusta al papel normalizador de los consejos y entra en contradicción con la normativa interna de la institución en cuanto a criterios de lengua y estilo, así como a los usos lingüísticos que tiene consolidados la Administración de Menorca en coherencia con las demás administraciones públicas de la Comunidad". Por tanto, "la variedad lingüística que debe emplearse en las comunicaciones de cualquier tipo, incluidas las redes sociales, es el estándar, tal y como corresponde a los registros formales derivados de la tarea administrativa e institucional que le es propia".
El consejero calla
Pero la contundencia de ambos informes no ha variado la posición del conseller, que sigue sin dar respuesta. Ni siquiera después de que hagámoslo en catalán haya puesto también al corriente de la situación la Sindicatura de Greuges.
La asociación remarca que nada tiene en contra del artículo salado, ya que "es parte de nuestro patrimonio lingüístico y una marca de identidad en nuestro habla oral" y denuncia que la intención del conseller es "arrinconar cualquier manifestación de catalanidad de nuestra lengua".
En este sentido, Hagámoslo en Catalán invoca al desaparecido Joan Francesc López Casasnovas, para quien la creación de un estándar es una condición sine qua non para el futuro de un idioma. Así, "rechazar un estándar para el catalán pone en evidencia la voluntad de reducir nuestra lengua a algo de ir por casa, familiar de puertas adentro, inservible de puertas afuera para las actividades económicas, culturales, judiciales, artísticas… y para la comunicación moderna". De hecho, apunta la entidad, la mayoría de artículos que los consejeros del gobierno insular escriben en la prensa diaria se publican en castellano.