Cala Sant Esteve, la primera línea de defensa del puerto de Maó

Paseo breve e intenso por el patrimonio histórico de este espacio marítimo de Menorca, con dos fortalezas y una torre de vigilancia

La Ruta
Joan Carles Palos
09/10/2025
5 min

PalmaCala Sant Esteve se encuentra a cinco kilómetros y medio del centro de Maó ya dos kilómetros del Castillo (antiguo arrabal de Sant Felip), a la derecha de la bocana del puerto. Es un pequeño entrante de mar de 650 metros de largo y 50 de ancho, ocupado por dos construcciones de gran interés histórico, a la izquierda el castillo de San Felipe, construido por los españoles en el siglo XVI, ya la derecha el fuerte de Marlborough, construido por los ingleses en el XVIII. En el exterior de la cala, sobre una colina a la derecha de la bocana, encontramos la torre de Penjat, de 1789. Una sarta de construcciones que tenían como único objetivo proteger la entrada al puerto de Mahón desde un punto considerado un auténtico 'talón de Aquiles' para su defensa. No en vano, Cala Sant Esteve era la entrada habitual de las incursiones piratas, incluida la de Barbarrosa en septiembre de 1535.

El itinerario que presentamos pretende acompañarle en el descubrimiento de los valores históricos y patrimoniales de los alrededores de Cala Sant Esteve; un sitio muy frecuentado por bañistas y senderistas. No detallamos horarios, sólo desnivel y altura máxima, porque apenas se trata de un paseo, sin prisas y con los cinco sentidos. Cala Sant Esteve no se encuentra comunicada por transporte público, podemos ir andando 2 km desde el Castillo, donde hay línea regular de autobuses desde Maó (menorca.tib.org). Ésta es una iniciativa del diario ARA Baleares y de la Autoridad Portuaria de las Islas Baleares, escrita y guiada por Fita a Fita, con el objetivo de hacer entender la dialéctica permanente tierra-mar a través de los principales puertos de Baleares.

La torre de Colgado la construyeron los ingleses en 1798 para proteger fuerte a Marlborough de un posible sitio.

La ruta

[00 min] Fijamos el inicio de nuestra caminata en el aparcamiento público de Cala Sant Esteve, justo en el punto donde finaliza la etapa 19 del Camí de Cavalls y comienza la 20, el último tramo del GR-223 en dirección a Maó. De ahí, seguimos los indicadores en sentido contrario, que nos llevarán por un viejo y bello camino empedrado, y bajamos a la cala. En estos primeros pasos nos acompaña una perspectiva marítima, serena y tranquila. De repente alcanzamos la colársega de la cala, abandonamos el GR y giramos a la izquierda por el vial asfaltado que acaricia el mar por la vertiente derecha de Sant Esteve.

Una primera parada obligada es el fuerte Marlborough, del siglo XVIII. Situado en el lado sur de la bocana del puerto de Mahón, fue construido por los ingleses entre 1720 y 1726. Debe el nombre a Sir John Churchill, duque de Marlborough, el general británico más destacado de la época. Se trata de una espectacular fortificación excavada en la roca, pensada y diseñada para proteger el castillo de Sant Felip, construido por los españoles a partir de 1555 y ampliado por los ingleses durante su primera dominación (1708-1756). Vale la pena hacer una visita para conocer las entrañas de esta fabulosa construcción, testimonio de un episodio importante en la historia de la isla de Menorca a lo largo del convulso siglo XVIII.

Seguimos nuestra caminata y llegamos hasta el final de la calle, que termina en una especie de plazoleta, rodeada en la parte derecha de viejas y entrañables construcciones como Villa Salud, de 1934, y Villa Urbina, de 1954. A la izquierda, domina la visión de la sábana costera de la murada exterior. Entre la plazoleta donde estamos y el mar, vemos una construcción antigua, una especie de horno, al que podemos acceder por unas escaleras. La ruta continúa por ahí. Superado este escalón, salimos a la parte exterior de Cala Sant Esteve y seguimos un sendero que se orienta hacia el mediodía, con la torre de Penjat como hito de nuestro recorrido histórico y patrimonial.

Por un instante, volvemos a mirar hacia el castillo de Sant Felip. Situado en la orilla sur de la bocana del puerto de Mahón, esta fortificación se levantó a mediados del siglo XVI a consecuencia del asalto del pirata Barbarrosa en 1535, siguiendo los planos del ingeniero italiano Giovanni Battista Calvi, autor de las murallas de Vila y Palma, con sus característicos. Durante las sucesivas dominaciones británicas, el castillo se fue ampliando hasta que en 1782, tras el asedio español, se logró la rendición y la Corona española recuperó la soberanía por el tratado de Amiens, y Carlos III ordenó su demolición. Es muy recomendable realizar una visita al castillo y recorrer las galerías subterráneas realizadas por españoles e ingleses en sus diferentes ocupaciones.

Unos pasos sencillos siguiendo el caminito que discurre por encima las tenazas nos hacen llegar a la torre de Penjat o de Stuart. Torre de defensa costera inglesa de gran tamaño. Se construyó en 1798 por orden del general Stuart, conquistador y gobernador de Menorca. Se levanta sobre la colina conocida después con el nombre del Turco o de Colgado, la denominación más popular. Su objetivo era cubrir la entrada del puerto, en los momentos en que se reconstruía el castillo de San Felipe y, al mismo tiempo, proteger al fuerte Marlborough de un posible asedio. Tiene la estructura típica de este tipo de torres: la planta baja como almacén de polvos y repuestos, la planta intermedia para alojar a la tropa y la terraza superior para la artillería (cañón) y defensa inmediata.

Desde la vertiente norte de la torre, nos dirigimos hacia el interior de la garriga por un tiraño que bordea una acequia, conectada a una fuente ahora seca. Un breve paseo que nos debe llevar en pocos minutos hasta el último tramo de la decimonovena etapa del Camí de Cavalls, ahora de bajada hacia Cala Sant Esteve. Aquí cerramos el circuito y apenas quedan pocos metros de recorrido hasta el aparcamiento.

Origen del topónimo

En cuanto al origen del topónimo de la cala hace referencia al descubrimiento, en el año 415, cerca de Jerusalén, de las reliquias de san Esteban, primer mártir cristiano, usadas como expresión de la violencia de los judíos contra los cristianos. Por una serie de vicisitudes, estas reliquias llegaron a Mahón y se depositaron en una iglesia cerca de la ciudad de la que no se sabe la ubicación exacta. Una tradición popular sitúa el desembarco de las reliquias de Sant Esteve en el mismo sitio de nuestro recorrido. De este hecho, que se produjo en 418, se deriva un libro, editado en 2018 y escrito por Josep Amengual i Batle, que lleva por título La Circular del obispo Severo de Menorca sobre la conversión de los judíos (418-2018). Una crónica mediterránea antes de la ocupación de los vándalos (Instituto de Estudios Menorquines, 2018).

Los datos

Dificultad 1 sobre 5

Distancia 2,5 km

Desnivel 25 m

Duración 1 h 30 min

Altitud máxima 39 m

Ruta circular

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