A raíz quema fotografías de políticos y hoteleros: "Son responsables de nuestra miseria"

PalmaArran ha compartido a través de las redes sociales un vídeo de las pintadas que realizaron este viernes en la fachada de la Conselleria de Turismo y en el que queman fotos de políticos y hoteleros.

En el vídeo aparecen unos jóvenes encapuchados que se dirigen hacia la sede de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes, en la calle de Montenegro de Palma, con la cara cubierta para hacer las pintadas. El grafito, que fue condenado y denunciado ante las autoridades policiales por el Gobierno, ya fue eliminado por operarios de Emaya. Durante la grabación se puede ver que los jóvenes queman fotos de políticos y hoteleros, a los que acusan de la masificación turística y sus consecuencias en Mallorca.

"La sociedad mallorquina exige decrecer y no puede esperar más", apunta una voz en off que asegura que los jóvenes "no están orgullosos de que se haya vendido la isla en Escarrer, Barceló o Fluxà". "Estamos hartos y preparados para hacerle frente", continúa. "La clase política es responsable de nuestra miseria, de poner los intereses económicos por encima de nuestras vidas y regalar Mallorca al capital privado", denuncia. "Con el turismo salimos perdiendo; joven, organizate", concluye.

Cabe recordar que la sede de la Conselleria de Turisme apareció este sábado por la mañana con pintadas en la fachada. En los grafitis podía leerse: "Culpables de nuestra miseria" y, al lado, la firma de la juventud independentista Arran. Por su parte, el Gobierno no tardó en responder a los hechos, les condenó "de forma enérgica" e interpuso una denuncia ante la Policía Nacional para que los hechos "no queden impunes".

El consejero de Turismo, Jaume Bauzá, calificó esta acción como "un ataque frontal y absolutamente intolerable contra el turismo, principal motor económico de las Islas, que desde hace demasiado tiempo sufre un acoso injusto y continuado". Según ha manifestado el conseller, el Govern "siempre respetará la crítica y la queja de cualquier sector", pero advierte que "nunca tolerará actos vandálicos tan graves que, además de dañar el patrimonio común, lanzan un mensaje profundamente injusto contra el turismo".

El Gobierno considera que esta acción constituye un delito, dado que la fachada afectada, situada en la calle Montenegro de Palma, corresponde a un edificio catalogado como Bien Cultural.