Las 10 catástrofes naturales más graves de Baleares: de Sant Llorenç al diluvio de Eivissa
Las Islas sufren a menudo los efectos del clima mediterráneo
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PalmaLa última catástrofe natural vivida en las Islas Baleares ha sido el diluvio histórico que ha golpeado Eivissa esta semana, cuando en sólo unas horas cayeron cerca de 300 litros por metro cuadrado. La lluvia, tanto intensa como eficiente, provocó inundaciones generalizadas, carreteras cortadas, daños en viviendas y negocios y obligó al Consejo pitiuso a reclamar a Madrid la declaración de zona catastrófica. Este episodio se añade a una lista negra de desastres naturales que, a lo largo de las últimas décadas, han dejado una fuerte impronta en el conjunto del Archipiélago.
Inundación del aeropuerto de Palma (2024)
11 de junio
Esta tormenta provocó incidentes en Mallorca e Ibiza a las puertas del verano, pero se cebó con el aeropuerto de Palma. Hacia las 16 h cayeron 45 litros en una hora, con picos de hasta 90 litros, que causaron inundaciones tanto en accesos al aeropuerto como al edificio de la terminal y en las pistas de aterrizaje, que quedaron completamente negadas.
También hubo numerosas goteras y desprendimientos en la zona de locales comerciales por la excesiva acumulación de agua –se hundió el techo de una tienda de moda. Dos meses más tarde, el 15 de agosto, un episodio de una dana provocó graves inundaciones y risagas en Menorca, con daños notables en el Mercadal y Alaior.
Doble accidente mortal en Cala Mendia (2021)
2 de septiembre
Aquella madrugada, la dana que atravesaba Baleares sorprendió a un grupo de turistas alemanas que se habían metido en el mar en Cala Mendia (Manacor), pese al fuerte oleaje. Dos jóvenes de 23 y 25 años murieron ahogadas. Este episodio también causó lluvias torrenciales en el norte y levante de Mallorca.
Caída de una palmera (2019)
4 de noviembre
El viento fuerte que se levantó ese día en el parque de la Mar hizo caer una palmera sobre una madre y su hija. La muñeca, que tenía siete años, quedó herida. La madre murió por el impacto del árbol.
Torrentada en Sant Llorenç (2018)
9 de octubre
El torrente de Sant Llorenç des Cardassar se llevó la vida de 13 personas y se encontraron tres cientos de cadáveres de ganado y animales domésticos. Se llevaron a cabo más de 300 rescates y se localizaron a 74 personas desaparecidas. Esta inundación provocó daños por valor de más de 90 millones de euros. Se retiraron 4.820 toneladas de lodos, escombros y mobiliario dañado de las calles y las zonas públicas de las poblaciones afectadas. El caudal del torrente de Sant Llorenç casi llegó a ser como el del río Ebro en sólo 15 minutos. Se registró un pico de 442 metros cúbicos por segundo.
El temporal que pulverizó récords (2008)
16 de diciembre
Ese día, la Agencia Meteorológica de Baleares registró en la localidad de Lluc de la sierra de Tramuntana las lluvias más abundantes caídas en Mallorca desde 1979, con 276 litros por metro cuadrado en 24 horas. El anterior récord lo había alcanzado el municipio de Fornalutx, donde ese mismo año se registraron 304 litros por metro cuadrado en un solo día. El episodio, que requirió la actuación de militares de Valencia y Madrid, provocó más de 2.200 incidentes, incluido el desbordamiento del torrente Gros en las afueras de Palma, y el desalojo de 120 personas.
El día que el cielo volvió negro (2007)
4 de octubre
El 4 de octubre de 2007 fue un día caluroso en Mallorca y, en plena tarde, el cielo se volvió negro. Una persona murió por los efectos de la tormenta que entró de sur a norte. En cuestión de minutos, se registraron precipitaciones de hasta 40 litros en los barrios periféricos de Palma. Hubo una cabeza de aguijón de fuerza 2, una gran acumulación de agua y fuertes ventoleras de hasta 130 km/h. Palma quedó colapsada: se formaron atascos kilométricos, se cortaron carreteras y cayeron árboles y techos. El polideportivo de Son Moix tuvo que ser desalojado al desplomarse parte del tejado. La tormenta también provocó destrozos destacables en el polígono de Can Valero. El nivel del agua superó el metro de altura y cuatro personas resultaron heridas de gravedad, entre ellas dos niños. El episodio afectó igualmente al Raiguer, Ibiza y Formentera.
La tormenta que dejó sin luz Mallorca (2001)
10-11 de noviembre
Considerada durante mucho tiempo la peor tormenta registrada en Mallorca, causó la muerte de cuatro personas y arrasó una innumerable cantidad de árboles. Afectó a más de 12.000 hectáreas y provocó desperfectos en todo tipo de infraestructuras. La red eléctrica de la isla quedó gravemente dañada, una situación que afectó a más de 200.000 personas.
'La llena de la Albufera' (1990)
8 de octubre
Ese día cayeron 134 litros por metro cuadrado en Alcúdia y 112 en Pollença, mientras que cerca del litoral se registraron más de 200 litros. Varios hoteles quedaron inundados, numerosas embarcaciones se hundieron –muchas de ellas en el puerto de Sóller– y se cortaron muchas carreteras. A pesar de la magnitud de los daños, no se lamentaron víctimas mortales
Inundación del Corso de Portocolom (1989)
6 de septiembre
El 6 de septiembre de 1989 Mallorca sufrió una gran inundación que afectó a la parte oriental de la isla. Perdieron la vida tres trabajadores en el hotel El Corso de Portocolom, que se encontraban en la planta baja cuando ésta se inundó, y otras dos personas en Ibiza. En total, cayeron hasta 380 litros por metro cuadrado. Los daños materiales tuvieron un coste de unos 30.000 millones de pesetas. Muchos núcleos urbanos quedaron inundados y se cortaron 14 carreteras que quedaron afectadas de diversa consideración, incluso con la desaparición física de algunos tramos, tres puentes caídos y otros muchos dañados.
Un viaje en el tiempo
Algo más allá de la historia reciente de Baleares, hay tres catástrofes naturales de gran magnitud que asolaron la geografía de las Islas: la gran inundación de 1962, también conocida como 'sano gran inundación' o la inundación de los melones en el Arenal, porque el agua afectó a un almacén con esta fruta y se llevó los melones mar adentro. Se dice que durante una semana hubo melones por toda la bahía de Palma, tal y como recuerdan David Servera Costello y Salvador Vasco Vega.
Otro hecho desgraciado fue la sequía de 1945, justo después de terminar la guerra. Ese año se registró una larga secuencia sin precipitaciones (o muy pocas) que duró desde febrero a agosto, tal y como recoge el doctor Miquel Grimalt en su artículo Sequías en Manacor y al levante de Mallorca (1941 - 2001).
También hay que recordar la riada del 14 de octubre de 1403. En una Palma de 20.000 habitantes, la aguada y el desbordamiento de la Riera provocaron unas 5.000 víctimas mortales –sus cuerpos permanecen en el subsuelo de la Seu– y afectaron a 1.500 viviendas. Por aquel entonces, la catástrofe fue bautizada como 'Lo Diluvio'.
Grimalt explica, en su monográfico Las catástrofes climáticas en las Islas Baleares, que el episodio de lluvia más intenso registrado hasta ahora es el del 22 de octubre de 1959, con más de 536 mm en la estación de Son Torrella (Escorca). Si se considera el episodio completo, del 21 al 23 de octubre, la lluvia acumulada suma "la abrumadora cantidad" de 727,9 mm en Son Torrella y 598,8 mm en el observatorio de Monnáber (Fornalutx).