El tsunami del caso Cerdán sacude a Armengol y desactiva el PSIB
La presidenta del Congreso comparecerá en una comisión parlamentaria para explicar su vinculación con los implicados en la trama por cuarta vez en algo más de un año
PalmaEl tsunami del caso Cerdán ha puesto al PSOE contra las cuerdas hasta el punto de que el presidente Pedro Sánchez se ha visto forzado a realizar cambios en la dirección. En este escenario, la presidenta del Congreso y líder absoluta del PSIB, Francina Armengol, también ha salido afectada. Aunque no es investigada, fue señalada por el empresario comisionista del caso Koldo, Víctor de Aldama. Pese a que fuentes de su equipo remarcan que no hay nada en firme contra ella y denuncian una campaña de desprestigio del PP, voces socialistas admiten que la situación ha afectado y "afectará" al PSIB, una federación absolutamente dependiente de Armengol. El Gobierno de Marga Prohens no ha dudado en escarbar la herida y en las últimas sesiones de control en el Parlament ha utilizado el caso para desactivar la oposición parlamentaria del PSIB.
En su declaración ante el juez, Aldama apuntó contra ministros socialistas y también contra Armengol, por la compraventa de material sanitario durante la pandemia, cuando era presidenta de las Islas. En el punto de mira existe un contrato de 3,7 millones de euros, firmado con la empresa Soluciones de Gestión y Empresas SK En los últimos días, varios medios afines a la derecha han asegurado que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ya estaría haciendo un informe sobre ellos. La derecha ha solicitado ya cuatro comparecencias de Armengol: tres hace poco más de un año en el Senado, el Congreso y el Parlament balear, y el martes una segunda en el Senado.
El PP acusa a Armengol de mentir
Si en las primeras comparecencias Armengol respondió sobre el contexto en el que se firmó el contrato que posteriormente fue investigado por la UCO, en esta ocasión el PP reclama que dé explicaciones acusándola directamente de mentir a las anteriores comisiones. En concreto, los populares la critican por haber dado a entender que su contacto con el ex asesor del ex ministro José Luis Ábalos, Koldo García, fue mínimo, y haber dicho que no conoce a Aldama, todos ellos núcleos de la trama investigada. ¿Pero qué dijo exactamente?
En el Parlament balear, Armengol dijo que no había participado en el expediente bajo sospecha. Interrogada sobre García, respondió: "No recuerdo todas las comunicaciones que tuve hace cuatro años, lo que sí descarto es haber hablado con Koldo García de la contratación de ninguna empresa". En los mismos términos se expresó en el Congreso. "Cuando vi esto en la prensa le pedí a la consellera de Salut: ¿nosotros compramos estas mascarillas?", dijo. En esa comparecencia sí admitió contactos con García. "He tenido algún contacto con el señor García, era asesor del ministro de Transportes, y no puedo recordar lo que hablé con él", expuso: "Lo que sí puedo decir con toda rotundidad es que nunca hablé con ese señor de los contratos con ninguna empresa". Añadió: "Somos tan rotunda en esto porque estoy convencida de ello". En la misma comparecencia, el ex director general del IB-Salut, Manuel Palomino, aseguró que en abril del 2020 recibió una llamada telefónica desde la centralita del Ministerio de Fomento de una persona que no recordaba, que le pidió si quería participar en una gran compra de mascarillas y le facilitó el contacto del entonces asesor de Ábalos. El Ejecutivo de Armengol siempre ha defendido que optaron por comprar ante la situación de emergencia sanitaria.
Armengol insistió en la misma versión en el Senado, cuando respondió que García nunca estuvo en su despacho, tampoco comieron nunca juntos, ni nadie de su gobierno. Sin embargo, el pasado mes de octubre varios medios filtraron un informe de la Guardia Civil en el que se detallaban diferentes mensajes de WhatsApp entre la entonces presidenta y García. Según estas informaciones, Armengol le habría enviado el teléfono de la consejera de Salud, Patrícia Gómez. La expresidenta insistió en que estas revelaciones no se contradicen con lo que ella explicó en las comisiones.
En esta comparecencia, Armengol también se refirió a Aldama. "No", respondió cuando se le pidió si le conocía. Es en este punto en el que el PP ha acusado a la presidenta del Congreso de faltar a la verdad, porque el pasado mes de junio, el empresario dijo en un programa de televisión que se habían reunido. Poco después, Armengol admitió un encuentro en Palma con él, pero lo situó en el marco de una reunión con una delegación de Globalia.
Fuentes del PSIB atribuyen este cambio de versión a un descuido de la expresidenta y acusan al PP de hacer "un espectáculo". "Hace dos años que el Govern investiga los contratos y no han logrado encontrar nada", insisten estas voces. "La estrategia del PP es acallar a la oposición haciendo este show", apuntan las mismas fuentes. Prohens se frota las manos con esta situación, que estropea las posibilidades electorales de su principal contrincante en las urnas. Sin embargo, el PSIB cierra filas con su líder. "Nos afectará, pero acabará", defienden desde el partido.
"Incertidumbre" de cara al 2027
Para el politólogo Guillermo Bezzina, la situación de Armengol "genera incertidumbre e inseguridad en el PSIB". "Tener a un líder de la oposición en cuestión no es bueno para ningún partido, pero sobre todo uno de izquierdas como el PSIB, porque genera desánimo entre los votantes", considera. "Todo ello, da alas en la extrema derecha", añade. La sombra de la duda no sólo se extiende sobre la presidenta, sino también sobre el grupo parlamentario del PSIB, puesto que sus primeras espadas formaron parte del anterior Gobierno. "Eso es munición para el PP", advierte. El experto considera que si el caso Cerdán "sigue salpicando a Armengol, será difícil llegar al próximo ciclo electoral con una figura tan cuestionada". Sin embargo, por el momento el PSIB no tiene "ninguna alternativa".