El plan de Sánchez para borrar el rastro de Cerdán en el PSOE
BarcelonaEl secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, puso la directa en la Operación Renovación que prepara para el PSOE. De hecho, la maniobra busca un doble objetivo: primero, borrar todo el rastro de Cerdán en el PSOE fulminando a sus colaboradores más estrechos, algo al estilo de Stalin con Trotsky; y, segundo, incorporar nuevas figuras que sirvan para relanzar un partido todavía en estado de choque. Y aquí, fiel a su estilo, ha sorprendido a todo el mundo con el nombramiento de la valenciana Rebeca Torró Soler como nueva secretaria de Organización del partido.
En teoría, sin embargo, la idea es ir más allá y hacer sitio a nuevos fichajes sacando de la ejecutiva federal los nombres que con posterioridad al último congreso han asumido cargos de responsabilidad en el territorio, como Pilar Alegría, líder del partido en Aragón. Con esta maniobra se pueden liberar hasta una decena de asientos que le servirán a Sánchez para presentarlo como una auténtica renovación del partido. Colaboradores de Cerdán como Juan Francisco Serrano y Javier Cendón también abandonarán su puesto.
Feminización del partido
Sánchez también ha convocado hoy a las 16.30 a un grupo de mujeres notables del partido, como María Jesús Montero, Cristina Narbona y Pilar Bernabé, para discutir la nueva estrategia de la organización. Se trata de un gesto que busca reafirmar el carácter feminista del partido en pleno escándalo por las conversaciones sobre prostitutas entre Koldo García y José Luis Ábalos. Esta reunión ofrece una de las pocas pistas sobre los planes de Sánchez, y es el refuerzo del papel de las mujeres en la nueva ejecutiva, como demuestra el nombramiento de Torró.
Sobre este nombre se pueden realizar dos apreciaciones rápidas. La primera es que la feminización de la estructura del PSOE coincide con el tiempo con la masculinización del PP, puesto que Alberto Núñez Feijóo ha prescindido de Cuca Gamarra y le ha dado todo el poder orgánico a Miguel Tellado. Es un contraste que seguro que Sánchez intentará jugar. La segunda lectura es que hoy en día el core del sanchismo se encuentra en los territorios catalanohablantes. En el PSC, en el PSPV y en el PSIB es donde los militantes son más cercanos ideológicamente a Sánchez, mucho más que en Andalucía o, evidentemente, Madrid.
Pero la pregunta es: ¿tiene suficiente Sánchez con un lavado de cara al partido para superar la actual crisis? Todas las fuentes coinciden en que habrá que tomar más decisiones, como endurecer el código ético del PSOE y reforzar el control de las finanzas, así como presentar, en la comparecencia del 9 de julio en el Congreso, un paquete de medidas creíble y factible contra la corrupción, que es lo que le piden también los socios de investidura.
De momento, el principal miedo que había en el partido, que era que Cerdán, Ábalos y García cantaran en el Tribunal Supremo e involucraran al PSOE u otros dirigentes en sus trapicheos, no se ha producido. La defensa política de Cerdán ha sorprendido, e incluso indigna, pero en realidad reconocen que es mucho mejor eso que intentar pactar con la Fiscalía y poner en marcha el ventilador. El objetivo de Sánchez de conseguir una goma lo suficientemente grande para borrar a Cerdán y Ábalos de la historia del PSOE no será fácil. Pero éste es, de momento, el único plan.