Tribuna abierta

Pacto entre tiras y troyanos y la perpleja sociedad balear

María José Aguiló
16/10/2025
2 min

Palma¿Los ciudadanos de Baleares nos merecemos una clase política que dedica gran parte del debate parlamentario al aumento de la ecotasa como si ésta fuera nuestra mayor preocupación? Si, como dicen algunos, quisieran "ser parte de la solución" y dar respuesta a las verdaderas necesidades y preocupaciones de la ciudadanía, estarían centrados en resolver los problemas históricos de la dificultad de acceso a la vivienda, en la imposibilidad de emancipación de los jóvenes, en solucionar la movilidad, reducir las listas de espera del sistema sanitario, mejorar los resultados sólidamente los ciudadanos del futuro, en reducir la inseguridad ciudadana, crear nuevas infraestructuras y conseguir que la administración pública no sea percibida como un lastre, sino como el instrumento facilitador al servicio de los ciudadanos. Éstas, entre otras muchas, deberían ser las cuestiones de las que deberían ocuparse.

Todo lo demás son cortinas de humo y escenificaciones para obtener titulares en la prensa y en las redes de X, evidenciando, una vez más, la distancia que separa el debate político de la realidad social de la calle. ¿Se debatirá sobre el incremento del ITS como cuestión capital, empujado por quien no se atrevió cuando gobernaba y que ahora lo considera fundamental estando en la oposición? ¿También lo ven aquellos que no lo preveían en su programa político y han mutado su ideología liberal?

Podemos debatirlo en las mesas del pacto, como espacio de diálogo creado para abordar el fol de ruta de la transformación balear, pero sinceramente ni es una prioridad ni tampoco una medida de gran alcance. No mejorará las preocupaciones de los ciudadanos. No representa ningún paso adelante en la transición económica balear. No contribuirá a gestionar ningún flujo turístico. Sin duda, a quien perjudicará será a muchos eslabones de la cadena de valor –restauración, actividades recreativas y de ocio, comercio, etc.– que verán mermada la actividad por el descenso en el gasto de los turistas que se alojan en la oferta reglada, para que sus euros engorden las arcas autonómicas, extraídos de la economía productiva.

Lo que se constata en torno al ITS es que, al final, la clase política, en lugar de demostrar su eficacia para que se haga visible el destino de lo que se ingresa con este impuesto, se obstaculiza en luchas políticas por distraer la atención pública de lo que ha puesto de manifiesto un informe reciente de la Sindicatura de Cuentas: la incapacidad de gestiona.

Desde 2016, de los 698,7 millones de euros, sólo se han ejecutado completamente 59 millones. Además, se destacó que carece de verificación documental de 160 millones de euros y que muchos proyectos "obedecen a acciones rutinarias y no a proyectos transformadores de acuerdo con las finalidades del impuesto". Y, con este panorama, como ustedes pueden comprobar, para disparos y troyanos, lo urgente es subir la ecotasa.

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