¿Por qué leer a Arendt hoy?
El totalitarismo y sus variantes también se revisan desde la teoría crítica con la ampliación de la noción de dominio total
PalmaArendt está de moda. Su pensamiento sigue siendo estudiado y actualizado para entender el presente, a pesar de ser una pensadora del siglo pasado. Se trata de un hecho incontestable en atención a la cantidad de libros y estudios dedicados a Arendt. De entrada, el interés por Arendt está condicionado y mediatizado por el dinamismo editorial y la decisión empresarial de poner sus obras al alcance de los lectores a través de reediciones y nuevas ediciones. El impulso editorial de dar a conocer el universo arrendiano surge del convencimiento de que es una inversión rentable y segura, una oportunidad de mercado que no se puede desperdiciar. La estrategia editorial toma como punto de partida algunas fechas representativas de la biografía de Arendt. Concretamente, las editoriales están haciendo coincidir una parte significativa de las publicaciones con la conmemoración en 2025 del cincuentenario de su muerte y la celebración en 2026 del ciento veinte aniversario de su nacimiento. Las editoriales contribuyen a crear tendencia y despertar el interés público por Arendt, nutriéndose del notable incremento de los estudios y trabajos académicos. Sea como fuere, el elemento que explica en último término la actualidad de Arendt y el incremento imparable de publicaciones son los temas que trata, sobre todo aquellos vinculados a la ética y la política, como el militarismo, la violencia, la hegemonía de la extrema derecha, la maldad radical y banal… . e interpretativos. Una parte importante de los estudios se ha centrado en su pensamiento político y, más concretamente, en el estudio de la política como acción, espacio y ámbito de libertad y la ciudadanía republicana. Otro conjunto de estudios ha realizado una interpretación radical de la democracia; destacan la dimensión agonista de la política, basada en el conflicto y la pluralidad. La fenomenología se ha interesado por estudiar la influencia de Heidegger y Jaspers en Arendt, y ha explorado el concepto de natalidad y la dimensión más experiencial de su pensamiento. Por su parte, los defensores del cosmopolitismo de tradición kantiana han visto en Arendt un pilar para pensar los derechos humanos bajo la condición humana de los apátridas y refugiados, además de una oportunidad para reivindicar el derecho a tener derechos de estos colectivos sin amparo jurídico estatal.
Los totalitarismos
El contexto político contemporáneo, marcado por el auge de la extrema derecha a nivel mundial, invita a leer la pensadora política que más ha analizado y entendido los orígenes y características de los totalitarismos y que ha proporcionado una caja de herramientas conceptuales para seguir pensando este fenómeno y la mutación que vive en el siglo XXI. En cualquier caso, sus análisis han tenido continuidad a través de los estudios sobre los neototalitarismos, vinculados a las nuevas formas tecnológicas de dominación, control y vigilancia, destrucción de la verdad y atomización de la ciudadanía. El totalitarismo y sus variantes también se revisan desde la teoría crítica con la ampliación de la noción de dominio total. A su vez, la lectura de Arendt permite entender los orígenes de la crisis de la democracia liberal. Su diagnóstico ha tenido continuidad con los estudios críticos que ponen el punto de mira en la defensa del espacio público, en la acción política como práctica creativa, en la reivindicación de la pluralidad y el diálogo, en la denuncia del empobrecimiento y degeneración de una democracia centrada en el consenso y la gestión, en las heridas sociales abiertas por el neofismismo nada convencionales. Por otra parte, las aproximaciones a la ética arendtiana también han sido muy productivas favoreciendo el desarrollo de una ética basada en la responsabilidad individual y la obligación de pensar y juzgar por uno mismo, en un contexto social y político común que preserve la pluralidad y libertad de pensamiento y acción.
Las estremecedoras noticias sobre las cacerías humanas organizadas en la guerra de Bosnia vuelven a hacer valer la interpretación arendtiana sobre el origen de la maldad humana en la suspensión del juicio moral. La guerra de Ucrania ha despierto nuevamente el fantasma de una guerra total a escala mundial, y junto con el cuestionamiento europeo de la OTAN y la eficacia de este sistema de defensa subordinado en Estados Unidos, aviva el miedo a un conflicto bélico generalizado y provoca un renacimiento del espíritu militarista de los estados, que se hace visible en el clima patriótico favorable a la recuperación del servicio militar. Una prueba clara de este belicismo es la medida anunciada por el gobierno francés de poner en marcha un servicio militar voluntario remunerado para jóvenes de 18 y 19 años a partir del año 2026.
Las tensas relaciones de Arendt con el sionismo se proyectan hacia el presente e invitan a hacer una reflexión sobre el cono Israel y la identidad religiosa, nacional, cultural y étnica del pueblo judío, en un contexto de conflicto permanente. De lo contrario, el genocidio de Gaza pone en el punto de mira al estado de Israel y hace pensar en los inconvenientes que ya previó Arendt en relación a la creación de un estado israelí en territorio palestino. Arendt defendía en su momento, en plena guerra mundial, la creación de un ejército judío como respuesta a la persecución y el exterminio iniciado por el gobierno nazi y que, paradójicamente, en nombre de la supervivencia y la seguridad, ha llevado a cabo su propio genocidio contra la población palestina de Gaza, a la vez que ha contribuido a sembrar el conflicto árabe-israelí.
Refugiados y apátridas
Cada vez se hace más necesario tener en cuenta las reflexiones de Arendt sobre los refugiados y apátridas, y actualizar sus vínculos con las crisis migratorias causadas por la emergencia climática, el capitalismo y los conflictos bélicos. La concepción antropológica de Arendt de carácter relacional conduce de forma natural al reconocimiento de la fragilidad y la interdependencia, ya la valoración de las tareas feminizadas de cuidados.
El pensamiento de Arendt sobre la pluralidad y la identidad conecta con debates contemporáneos y con el combate ideológico contra las tendencias xenófobas y racistas que articulan discursos favorables a la imposición de la homogeneidad étnica y cultural. El pensamiento de Arendt que gira en torno a la categoría de la pluralidad ha inspirado también el desarrollo del feminismo de la diferencia, postidentitario, que valora, como Arendt, las identidades fluidas y en construcción, y la presencia activa de la mujer en el espacio público. La apropiación feminista de Arendt no se corresponde con ningún compromiso de la pensadora, puesto que nunca se declaró feminista, ni tampoco ayudó mucho al desarrollo de este movimiento, dado que siempre afirmó que no había experimentado ninguna discriminación por ser mujer.
En Cataluña, hay factores endógenos que acentúan aún más el interés por Arendt. Así, el pensamiento sobre la desobediencia civil, el poder y sus límites legales conecta con la vivencia del proceso fallido hacia la independencia. Las reflexiones de Arendt sobre la ciudadanía y la ocupación del espacio público son una sólida base para criticar la gentrificación y el ahogamiento turístico de Barcelona. Finalmente, quiero pensar que detrás de la recuperación académica de Arendt en Cataluña existe también la voluntad de dignificar la cultura e incrementar el fondo editorial con textos imprescindibles para comprender el siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI.