La gran rotación de docentes en las Pitiusas: “Cada año hacemos de maestros a los maestros”
Eivissa y Formentera se nutren de profesionales que llegan de fuera, muchos de ellos novatos y que aspiran a partir lo antes posible por los problemas de vivienda. Todo ello impacta en la calidad educativa
PalmaClaustros de centros educativos integrados por docentes nómadas que desean regresar a su isla —normalmente Mallorca. Escuelas e institutos con más de la mitad de los equipos formados por interinos: gente joven que llega para realizar su primer trabajo, a veces sin ningún contacto previo con el mundo educativo. Ésta es la realidad de buena parte de los centros de Ibiza y Formentera, donde la inestabilidad es la norma y donde se trabaja al día, sin posibilidad de proyectar más allá de un curso porque no se sabe qué docentes habrá ni si estarán comprometidos con lo que se está decidiendo.
Uno de los factores a tener en cuenta es el impacto en el alumnado, que se ha acostumbrado a no construir vínculos sólidos con sus maestros porque sabe que, tal vez, el próximo año —o incluso al cabo de unos meses— ya no estarán. Hay profesores que renuncian porque no pueden vivir dignamente debido a los problemas de vivienda que asolan las Pitiusas o que, cuando pueden, vuelven a su isla.
"De 94 plazas que tenemos, sólo son fijas una treintena larga", explica Jaume Ferrer, director del IES Marc Ferrer, el único instituto de Formentera. "Hacemos la labor del día a día, pero se nos hace muy difícil iniciar ningún proyecto estable ni consolidar procesos. Ahora hemos empezado el plan lector porque hemos detectado carencias en la comprensión. Pero somos conscientes de que estamos formando equipos de los que más de la mitad de integrantes partirá", lamenta. Todo ello se traslada a la organización del centro, que cada año debe cambiar coordinadores de comisiones, jefes de departamento y tutores.
La figura del tutor es clave, porque es quien mejor conoce al alumnado ya las familias. "Muchas veces planificamos 40 tutores y, cuando nos encontramos, 22 ya han partido. Hay algún grupo que tiene suerte y tiene el mismo profesor especialista tres años seguidos", dice Ferrer. En Formentera, el problema también va ligado a la demografía: sólo 20 de los 94 (20%) profesores del instituto están allí.
La isla es también uno de los ejemplos más claros de las consecuencias del proceso de estabilización de interinos de 2022 y de las oposiciones autonómicas que se realizaron el año siguiente. Muchos docentes que habían sacado plaza se vieron obligados a desplazarse a Ibiza o Formentera, y ante las protestas, Educació habilitó comisiones de servicios para que no tuvieran que moverse. La consecuencia es paradójica: "Tenemos un 30% de la plantilla que tiene plaza en nuestra escuela ya la que aún no conocemos, porque lleva dos años en comisión de servicios. Uno vino y se hizo liberado sindical, y otros dos vinieron el primer año y ahora han optado a la comisión", explica Santiago Ramírez, director del CEIP Mestre Llu.
Docentes sin experiencia
Los profesionales que llegan "de rebote" a las Pitiusas suelen tener poca experiencia, pero normalmente mucho interés y predisposición. Ahora bien, si constituyen la mayor parte del claustro, el trabajo se multiplica. "Cada año hacemos de maestros a los maestros. Por suerte, este año hemos tenido profesores que repiten, pero si no, cada curso debemos explicar cuál es nuestro proyecto a gente que acabará partiendo", lamenta Ramírez. Hace dos años, 14 de los 29 maestros de la escuela eran novatos a los que había que tutorizar porque era su primer trabajo.
Muchos profesionales valoran positivamente la experiencia en Formentera: la vida es tranquila, el clima de los centros es bueno, pero la vivienda lo espeña todo. "Los que pueden repetir es porque negocian con los propietarios que en septiembre puedan entrar en el piso hasta el inicio de la siguiente temporada", explica el director. Un caso extremo que evidencia la complejidad de la situación es el de una docente que llevaba 13 años viviendo en la isla y que decidió marcharse después de haber hecho 14 mudanzas en este periodo.
En Eivissa, la situación también es grave. El ARA Baleares ya explicó que hay profesionales que se ven obligados a dormir en el coche y ducharse en un gimnasio por las dificultades de encontrar un sitio donde vivir. Algunos interinos tienen vacantes anuales, pero otros son llamados por sustituciones de tres semanas. No encuentran su casa y un hotel les absorbe buena parte del sueldo. Muchos docentes directamente no cogen la plaza.
Francisco Tienda, director del IES Quartó de Portmany y presidente de la Asociación de directores de Enseñanza Secundaria y Régimen Especial de las Pitiusas, lo resume así: “Cada año es más complicado. El curso anterior empecé con entre un 30 y 40% de la plantilla sin cubrir. materias. Es una lotería".
Este contexto explica, en parte, que las Pitiusas tengan resultados académicos sustancialmente peores que el resto de Islas. "Estamos analizando qué ocurrió en las pruebas IAQSE, pero tenemos claro que la inestabilidad del personal, los ratios y el incremento de alumnos con necesidades son determinantes", señala Tienda.
A esto se suma un hecho evidente: cada profesor tiene su manera de explicar, evaluar y transmitir y priorizar contenidos. Si un grupo tiene cuatro profesores de Historia y cuatro de Catalán en cuatro años, debe adaptarse a ocho formas de hacer diferentes. El profesorado tampoco tiene margen para conocer a los alumnos más allá del traspaso de poderes expreso que pueda realizar el centro. Y hay un agravante: "Cuando un profesor empieza -y más si acaba de entrar en la docencia- tiene trabajo suficiente para adaptarse y aprender las dinámicas de un centro… imagina si, además, no es su materia, lo que ocurre", asegura Tienda.
La falta de efectivos genera situaciones rocambolescas que afectan al funcionamiento de los centros. "El Departamento de Catalán del IES Isidor Macabich habrá tenido tres cabezas en tres cursos. Llegaba alguien nuevo y se lo hacían. Y más: un compañero mío que impartía Català, pero es de Geografía e Historia, ahora es el jefe de Departamento de Catalán en su centro", explica Jaume Ribas, docente mallorquín con oposición, actualmente en el IES Sant Agustí. La falta de docentes isleños también ha abierto la puerta a los profesionales que no saben catalán. "A veces tienen una actitud buena, pero otras es difícil que se pongan", dice.
La inestabilidad es prácticamente endémica: "Que tú estés cuatro años en Eivissa no quiere decir que tengas la plaza en el mismo centro. Puedes estar a cuatro diferentes", dice. En Infantil y Primaria, esto impacta en la continuidad metodológica. En Secundaria, también, pero además complica la toma de decisiones sobre editoriales y criterios pedagógicos, que quizás los sucesores no mantengan.
Profesionales para coberturas exprés
¿Cómo se combate esta situación? Ido cómo se puede. Tras la pandemia, en Ibiza y Formentera se creó un grupo de docentes "exprés": unos 15 profesionales interinos con vacante anual pero sin centro asignado. Tienen que ir donde hagan falta para cubrir bajas breves que no salen a trámite. Éste era el objetivo inicial, pero la falta de personal lo ha pervertido: ahora también los envían cuando una plaza sale a trámite y nadie la coge. "Se intenta que no cambies de escuela más de dos veces por semana. Lo máximo que yo he estado en un centro son tres semanas", explica María José Ruiz, interina del grupo que volverá a Mallorca cuando pueda. Tiene a su marido ya sus hijos, y coge vuelos cada fin de semana. Como ella, muchos se plantean la ida en las Pitiusas como un Erasmus postuniversitario: ir allí, hacer puntos para subir a la lista y volver a casa. Quedar no es una opción. "En dos años no he ahorrado nada", lamenta.
En este contexto, en las últimas oposiciones de 2025 para el cuerpo de maestros se cubrieron sólo el 40% de las plazas en Eivissa (40 de 98) y el 37,5% en Formentera (3 de 8), mientras que en Mallorca y Menorca la cobertura fue del 100% y el 88%, respectivamente. De Pedagogía Terapéutica, especialidad clave, se cubrieron 5 de las 29 plazas convocadas; de Audición y Lenguaje, un 11% y de Lengua Inglesa, un 22%. Educación Física y Primaria consiguieron un 66% y Educación Infantil, 12 de 15 plazas adjudicadas. Pere Lomas, delegado del STEI en las Pitiusas, recuerda que "en el último trámite urgente de interinos del fin de semana, en las Pitiusas quedaron el 47% de las plazas sin adjudicar" y alerta de que la estabilidad del profesorado es imprescindible para poder impulsar proyectos educativos a medio plazo.
Las fuentes consultadas coinciden en las soluciones para intentar cambiar la dinámica: incrementar incentivos para ocupar plazas en las Pitiusas, ofrecer contratos más largos y complementos salariales más ambiciosos que los actuales por plazas consideradas de difícil y muy difícil cobertura, así como estabilizar interinos, ampliar la oferta universitaria local para retener talento. Sin estas medidas, muchos jóvenes continuarán yendo a estudiar fuera y quedando en ellos, lo que dificulta la continuidad docente y la atención a los alumnos, mientras que la gente de fuera trabajará allí de forma forzada y con el deseo de partir. Sin profesores estables y con condiciones dignas, los centros son como barcos a la deriva que cambian de tripulación cada año. Los alumnos navegan en aguas inestables, sin referentes constantes ni proyectos consolidados. Todo ello lastra la dinámica educativa de Ibiza y Formentera.