El Colegio de Docentes lamenta la aniquilación educativa de Palestina: "Han desaparecido más del 80% de las escuelas y universidades"
La entidad denuncia que hospitales y centros de salud han sido sistemáticamente bombardeados, y que "actualmente en Gaza se amputan extremidades sin anestesia"


PalmaEl Colegio Profesional de Docentes de las Islas Baleares ha condenado de forma la grave situación que está sufriendo la población civil en la franja de Gaza (Palestina) y ha denunciado la destrucción masiva de infraestructuras educativas a raíz de los bombardeos israelíes. En un comunicado, la entidad asegura que "ésta no es una crisis humanitaria convencional, es la destrucción sistemática de un pueblo y su entorno".
Según el Colegio, desde octubre del 2023, "momento en el que se perpetraron los ataques de Hamás contra población israelí", decenas de miles de habitantes de la franja de Gaza han sido asesinados "por un gobierno que no ha dudado en matar a niños, mujeres y personas". La organización describe un panorama "donde la vulneración de los derechos humanos se constata día a día y donde la extinción de la vida se lleva a cabo de forma planificada".
Los docentes aseguran que hospitales y centros de salud han sido sistemáticamente bombardeados, que actualmente en Gaza se amputan extremidades sin anestesia y que "el hambre se ha convertido en un arma utilizada por el gobierno de Benjamin Netanyahu". Según el Colegio, el bloqueo por tierra, mar y aire impuesto por Israel "ha ayudado a esta deliberada política de privaciones para más de dos millones de personas".
La desaparición de la educación
La entidad docente considera que precisamente en este contexto la educación se convierte en "un servicio público esencial y especialmente determinante y sensible para una sociedad marcada por la negación de las libertades fundamentales". El Colegio denuncia que este ámbito ha sido objeto de una destrucción "sistemática y deliberada, ordenada por el gobierno de Israel y ejecutada por sus fuerzas armadas".
La organización afirma que este "encarnizamiento, que en círculos académicos ya ha recibido el término de 'escolasticidio', ha supuesto "el destrozo de más de 200 centros docentes de todas las etapas educativas, incluida la universitaria". También cita datos de Unicef que indican que las escuelas de 5 Gaza, y el 80% de las 19 universidades han sido derribadas por la acción combinada de ataques aéreos y artillería".
Según el Colegio, esta destrucción ha comportado la interrupción de toda actividad académica, que afecta a más de 600.000 alumnos, además de la muerte de más de 10 y 0.000. que "la franja de Gaza se ha convertido en un campo de exterminio donde los derechos humanos, la salud y la dignidad de las personas han saltado por los aires" y cita un informe de Naciones Unidas según el cual las acciones cometidas por Israel cumplen "escrupulosamente" los criterios legales y morales de un genocidio.
"El diagnóstico está claro: aniquilación planificada con la intención de imposibilitar la vida del pueblo palestino como grupo humano", afirma el Colegio. Por último, los representantes de los docentes isleños recuerdan que "los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU forman parte de nuestro currículo y nos interpelan directamente", y anima a los centros educativos a generar espacios de reflexión y solidaridad (muchos ya lo han hecho). "Educar por la paz, hoy, significa también dar voz a un pueblo que está siendo condenado a desaparecer", concluye el Colegio.
Alumnos por la paz
El alumnado del IES Clara Hammerl (Port de Pollença), entre otros centros, también ha hecho público un manifiesto donde condena el genocidio en Gaza y se solidariza con los niños víctimas. El texto, redactado colectivamente por los estudiantes, denuncia la violencia y las desigualdades que sufren miles de niños, reclamando una educación que fomente la paz, la convivencia y la empatía. "Ningún niño debería sufrir ni perder la vida por el lugar donde ha nacido", aseguran en el manifiesto. Los alumnos reflexionan sobre cómo sería su vida si hubieran nacido en Gaza y ponen en valor sus derechos y privilegios por el simple hecho de haber nacido en Mallorca, un lugar del mundo muy diferente. Esta toma de conciencia les ha llevado a exigir una escuela que no sea indiferente ante el sufrimiento global, sino que eduque para entenderlo y transformarlo.