Dificultad 3 sobre 5
Distancia 7,2 km
Desnivel 84 m
Duración 2 h 35 min
Altitud máxima 57 m
Ruta circular
PalmaLa ruta de esta semana se encuentra incluida en el dominio terrestre y marítimo del Parque Natural de la Albufera del Grao. Estamos en el norte de Mahón, en el extremo más oriental de la isla, en un paraje de gran interés cultural y paisajístico que fue declarado Parque Natural el 4 de mayo de 1995, y posteriormente ampliado en 2003. Su extensión actual supera las 5.000 hectáreas. Sin duda nos encontramos ante la joya de la corona de la Reserva de la Biosfera (1993), consecución de la presión social contra el urbanismo más depredador de finales de la década de los años 70. Por un lado, en 1973 se iniciaron las obras de construcción de una urbanización y, por otro, se va, llegaron a hacerse realidad.
En este itinerario queremos recorrer la punta de gregal (noreste) del puerto del Grau, en origen una antigua aldea de pescadores, por un terreno rocoso y colgado sobre el mar, por un itinerario de senderos y pistas de tierra que debemos transitar con mucho respeto. Pasaremos por delante los islotes de la Cudia y llegaremos hasta la punta de la Galera, siguiendo tiraños que transitan por una orilla de soberbios acantilados. Otro elemento visible de la geografía del entorno es la isla de Colón, donde se conservan los restos de una basílica paleocristiana y también los recuerdos de un antiguo lazareto ubicado en el siglo XVIII en este mismo lugar.
El itinerario no muy largo es todo un regalo a los sentidos que hay que saborear en tranquilidad, respeto y mucha sensatez. Cómo solemos recordar los boomeros en las generaciones más jóvenes, no hay 'pantalla' que supere la experiencia de la contemplación de este extremo de la costa de Menorca. Porque como el resto de la isla, el Grau es un paraje singular. Rodeado de colinas bajas, bosques de sabinas y juncares, este espacio natural protegido incluye una gran diversidad de ambientes con mayor o menor grado de intervención humana: zonas húmedas, terrenos agrícolas y ganaderos, bosques, un litoral con acantilados y playas, islotes y zona marina. Si queremos utilizar el transporte público para llegar, la línea 23 conecta Maó y el Grau. Como siempre, recomendamos consultar previamente la web del TIB Menorca (menorca.tib.org).
[00 min] Nos ponemos a andar desde la misma parada de bus en dirección al núcleo costero del Grau. Se trata de una humilde, tranquila y amable aldea de pescadores, de casas encaladas bien alineadas, reconvertido a principios del siglo XX en zona residencial de verano de un gran número de familias mahonesa. Antes de zambullirnos en su paisaje natural más salvaje, de soberbios acantilados, calones de roquedal y mares profundas, recorremos las callejuelas de este pueblecito mahonés, que se empezó a construir a finales del siglo XIX. La calle de la Llegada nos da la bienvenida, seguida por la calle de los pescadores que nos lleva por detrás de las casas de primera línea. Después de superar la breve costeta de la calle Derecho, hemos alcanzado el extremo de gregal del Grau [05 min].
A partir de este punto, un tirañón nos invita a dar el primer paso fuera del asfalto. Así, empezamos a recorrer el espacio litoral más puro, donde se mezclan el verde intenso de la vegetación de ribera con las tonalidades más grisáceas de una roca oscurecida. Entre la punta del Cocó y Cala Avellana (también llamada Vellana), encontramos un nido de ametralladora y, en lo alto de una colina, un observatorio militar de la Guerra Civil [15 min]. La impronta visible de la historia sobre el territorio. A continuación, el tirany desciende rápidamente a Cala Avellana, estrecha, de pequeño formato y casi inapreciable, donde encontramos una casita varadero. Nada más salir de la cala, nuestro caminito enlaza con una pista de tierra que seguiremos hasta el final [35 min], una miranda natural sobre los islotes de la Cudia y el caló de la Cabra, que nos regala igualmente una excelente vista de la isla de Colón.
Dejamos la punta de la Cudia a la izquierda y bajamos al Jonc Bobal de Tramuntana por un estrecho tirano que a menudo se confunde con otros abiertos por las cabras [45 min]. Se trata de un calón bien resguardado, tranquilo y salvaje, con un fitotopónimo muy singular. El sendero continúa hacia el interior, por dentro una estrecha coma, y rápidamente toma vuelo por la ladera de la izquierda, asada y desgarradora. Alcanzada la parte superior [55 min], pasamos una pared seca e iniciamos un nuevo descenso hasta el Jonc Boval de Migjorn. Desde este punto de la ruta tenemos ya una visión completa de la punta de la Galera, el objetivo de nuestra ruta. Mientras tanto, si giramos el vistazo hacia tramontana, podemos disfrutar de la agreste orilla que acabamos de superar, desde el Grau hasta aquí. Pero, ¡vives! La tresca sigue.
Atravesamos un área de losas y remontamos una ladera que nos sitúa sobre una explanada natural frente a la punta de la Galera [1 h 10 min]. La punta está formada por dos monumentales cuerpos de roca, de una treintena de metros de altura, enlazados por una estrecha y discreta cresta que se extiende por debajo, pocos metros mar adentro, por delante del peñón exterior. Tierra adentro, el emblemático lugar de la Cudia Nova, espacio en el que desde hace más de dos décadas se desarrolla un importante proyecto vitivinícola. Iniciado en 1999 por el doctor Andrés Martínez-Jover y sus cinco hermanos, el objetivo era transformar una finca familiar, de tradición ganadera, en un viñedo sostenible, de buenos vinos y gran futuro. Actualmente, los viñedos ocupan siete hectáreas en la costa norte de Menorca, Reserva de la Biosfera, dentro del Parque Natural de la Albufera del Grao.
De la punta de la Galera continuamos avanzando por encima de la cresta rocosa en dirección ahora a las Verjas [1 h 35 min], con bellas vistas hacia el mar y con la montaña del Toro acotando nuestro horizonte interior. Desde aquí ya es visible en el lado de chaleco una pista de tierra, hacia donde debemos dirigir nuestros pasos. [1 h 50 min] Una vez alcanzada, la seguimos hacia la derecha, tierra adentro. Poco después, topamos una bifurcación ya la derecha nuevamente hasta enlazar con el Camí de Cavalls [2 h 10 min], entre las estacas 62 y 63 de la etapa 1 del GR-223, que une la Colársega del puerto de Maó con la albufera del Grao. Al salir a la carretera (Me-5), de pie hasta la aldea marinera [2 h 35 min].
Dificultad 3 sobre 5
Distancia 7,2 km
Desnivel 84 m
Duración 2 h 35 min
Altitud máxima 57 m
Ruta circular