Polémica en el Consell de Mallorca: la plaza de Patrimonio Artístico deja de requerir a expertos en historia del arte
La UIB denuncia que el nuevo temario abre la puerta a profesionales sin la formación necesaria para proteger el legado histórico-artístico de la isla
PalmaEl Consell de Mallorca ha introducido un cambio profundo en el temario de las oposiciones para la plaza de Técnico Superior de Patrimonio Artístico, dejando atrás un modelo centrado casi exclusivamente en la historia del arte y apostando por un perfil más técnico, jurídico y administrativo, cercano a otros perfiles profesionales como el arquitecto. Este giro ha generado un debate que ha llegado hasta la Universidad de las Islas Baleares (UIB), que ha expresado una oposición firme y ha pedido a la institución insular que lo rectifique.
A través de una carta del rector, Jaume Carot, la universidad denuncia que el nuevo modelo "configura una situación grave y preocupante que, desde un punto de vista académico y profesional, puede redundar en el detrimento de la correcta valoración y conservación del patrimonio histórico-artístico de Mallorca". La UIB reclama revertir el temario actual y recuperar lo que regía en convocatorias anteriores, limitando el acceso a la plaza exclusivamente a graduados o licenciados en Historia del Arte, tal y como ocurre en otros perfiles específicos de la Administración. Carot añade que con el temario actual se discrimina a los historiadores del arte, limitando tanto el acceso a la plaza como las posibilidades de quedar en posiciones relevantes dentro de la bolsa de interinos.
Según el rector, el nuevo enfoque "pone el énfasis en contenidos jurídicos y legales que favorecen claramente a perfiles profesionales de arquitectura o de ingeniería de la construcción, por encima del de historiador del arte". En un contexto en el que los perfiles humanísticos están cada vez menos presentes en la Administración, existe un dato alarmante: el 95% del Eixample de Palma podría tumbarse porque no está catalogado, situación que evidencia la necesidad de expertos en historia del arte para proteger el patrimonio. Aparte, muchos de los pueblos no tienen un catálogo patrimonial, aunque es obligatorio.
Responsables que no son expertos
El Técnico Superior de Patrimonio Artístico participa en informes y decisiones esenciales sobre Bienes de Interés Cultural (BIC). Ahora bien, la UIB alerta de que el cambio de temario puede provocar que los responsables técnicos carezcan de los conocimientos especializados necesarios, con repercusiones que se extienden a otros lugares que dependen de la misma bolsa de interinos. El escrito señala competencias "tan sensibles como la determinación de los criterios de intervención y protección de los BIC" y apunta posibles repercusiones en ámbitos como "la dirección del Archivo del Sonido y de la Imagen y la gestión del fondo artístico del Consell".
El Consell recuerda que fue el Pacte quien permitió que los arquitectos optaran a la plaza, pero sin modificar su temario. Ahora, según fuentes cercanas a la institución, "lo que han hecho ahora es dar la estocada definitiva para que la plaza se adapte a un arquitecto y no a un historiador del arte". "Con el temario de antes, no había ningún arquitecto que supiera sobre los bordados del siglo XVI, por ejemplo. Y no se apuntaban. Que se dé entrada a los arquitectos es un gran error", añaden. Lo que ahora ocurrirá es una paradoja en la que serán los historiadores del arte quienes no encajarán en el temario de Técnico Superior en Patrimonio Artístico.
Las mismas fuentes alertan de que la plaza que ha sacado el Consell queda "desdibujada". "Dentro de las instituciones que se dedican al patrimonio no habrá nadie con conocimientos para proteger o decidir sobre el arte y el patrimonio de Mallorca. Y es un problema que se arrastrará 30 años, porque los que quedarán en la bolsa también serán arquitectos". La solución, añaden, es que se anule la convocatoria y vuelva a sacarse la plaza con el temario antiguo, lo que el Consell descarta.
¿Dónde está la Sede?
El contraste entre temarios antiguos y el del 2025 es evidente. Antes, el programa era un recorrido exhaustivo por el arte y el patrimonio de Mallorca, desde la prehistoria hasta el siglo XX. Ahora, el foco se sitúa en cómo se protege, gestiona y interviene legalmente sobre el patrimonio cultural. Según la UIB, esto "supone una modificación muy significativa respecto a convocatorias anteriores, ya que se han eliminado prácticamente todos los contenidos de historia del arte que eran obligatorios". El Consell defiende que técnicos especializados han elaborado las bases y temarios de la plaza según modelos de otras autonomías y de acuerdo con las tareas que debe hacer quien lo ocupe, pero las fuentes próximas lo replican: "No hay ninguna plaza de facultativo en arte que tenga que llevar temas urbanísticos". De cara al futuro, el Consell quiere crear una nueva plaza con requisito de ser historiador del arte: "Necesitamos, pero no podemos cambiar el proceso en vigor".
El temario anterior dedicaba decenas de temas a explicar con detalle los estilos artísticos, los grandes edificios, los artistas más destacados y la evolución urbana de Palma y la Part Forana. El profundo conocimiento del gótico mallorquín, del barroco, del modernismo y de figuras como Guillem Sagrera y Joan Miró era clave en la preparación. En el nuevo modelo, ese bagaje deja de ser central. Ya no se pide tanto saber identificar, contextualizar e interpretar una obra o un conjunto patrimonial, como conocer los marcos legales y los procedimientos administrativos.
El cambio es especialmente evidente comparando ejemplos concretos. Donde antes se obligaba a estudiar 'La cultura pretalayótica en Mallorca a través de los vestigios arqueológicos' y 'La cultura talayótica en Mallorca. Principales yacimientos' ahora existen temas como 'El concepto de patrimonio histórico y su evolución' y 'El papel de la Unesco y de los organismos asesores'. Monumentos centrales como la Seu de Mallorca desaparecen como objeto de estudio específico y dejan paso a epígrafes genéricos sobre "figuras de protección y categorías jurídicas".
Lo mismo ocurre con el arte medieval y moderno: temas como 'La pintura gótica mallorquina' y 'La escultura barroca mallorquina' son reemplazados por apartados sobre 'Expropiación forzosa de bienes', 'Infracciones y sanciones' y 'Singularidades en el otorgamiento de lecciones. Figuras clave como Guillem Sagrera y Joan Miró desaparecen del programa, mientras entran contenidos como 'El mercado de bienes cultural' y 'La contratación en la administración pública'. En conjunto, el temario deja de pedir el conocimiento directo de las obras, artistas y contexto cultural de Mallorca para priorizar marcos legales, procedimientos administrativos y criterios técnicos de gestión. Para gestionar arte ya no es necesario ser experto.