Como era Tomeu Canyelles, según su madre: "Decidió estudiar Historia a 12 años después de visitar Italia"
La madre del historiador nos cuenta su infancia y los secretos mejor guardados


Tomeu Canyelles (Pòrtol, 1984) es historiador, investigador, músico, editor… y el hijo que quisieran todas las madres. A Tomeu nadie debe decirle a mí si llamas más: "Cada mañana me envía un WhatsApp y, por la noche, nos llama para contarnos algo. Con nosotros tiene mucha comunicación y desde siempre", dice Francisca Canyelles, la madre del protagonista de esta semana.
Se crió con padrinos paternos porque su padre y su madre trabajaban. "No nos quedó más remedio que hacerlo así", pronuncia Francisca, como si tuviera que justificarse y no fuera así que se han flotado los chicos de tantas y tantas familias. Cambia el tono de repente: "La verdad es que él les dio vida. Los padrinos iban locos por el niño. Nunca fue a guardería", dice. Por el contrario, Francisca apunta que, de pequeño, Tomeu era un niño tímido e introvertido. "Así como se ha ido haciendo mayor se ha ido quitando la vergüenza. ¡A veces le digo que no parece la misma persona!".
Aquel niño feliz creció escuchando las fábulas que le contaba su madrina materna y jugando con Playmobils y Legos, juguetes que le tenían fascinado hasta que un regalo inesperado les empezó a hacer sombra. "Una tía mía le regaló una bicicleta que se le cayó con tanta gracia que no sé los kilómetros que llegó a hacer! En nuestra casa había un patio que tampoco era muy grande: ¡pero dio, de vueltas, al patio! Y aún guarda la bicicleta como si fuera un tesoro", cuenta la madre.
Fue lector desde muy joven, y estaba entusiasmado por las novelas de Stephen King a una edad que "quizás aún no convenía que leyera", dice su madre. También era fan de los tebeos de Mortadelo, y tiene tomos y más tomos en casa de sus padres. "Da igual como antes: Tomeu nunca ha mirado la televisión, se pasaba el tiempo escuchando música y leyendo libros", remarca Francisca, que recuerda perfectamente cuándo es que su hijo empezó a interesarse por la Historia. "Empezó a decir que quería estudiar Historia después de un viaje que hicimos a Italia. Allí pasamos 17 días, y durante algunos nos acompañó un guía. Nos hablaba de la historia del país, de Historia Antigua… y Tomeu alucinó. Y fue ahí que lo decidió. La idea nunca le huyó." Tanto es así que, hoy, Tomeu es doctor en Historia Contemporánea en la UIB.
Según recuerda su madre, también debió de ser a los 12 o 13 años que le regalaron una torre de música que despertó su gran pasión por el heavy-metal. "Sus ídolos son los Iron Maiden, ¡sonaban siempre!". En esa época, le pidió una guitarra a su padre, y en poco tiempo empezó las clases de guitarra clásica; pronto llegó la eléctrica. Su madre se ríe cuando cuenta esto de la música porque algo de la escuela que siempre le había costado mucho era la flauta: "¡La llevaba atravesada! Mira que era buen estudiante, pero es que con la flauta no había manera… ¡Y yo no podía ayudar, porque música no sé!", recuerda.
Sobre el talante de Tomeu, lo tiene muy claro: "Es una persona muy noble. Nunca hará nada que pueda perjudicar a nadie. Se ha buscado siempre la vida, y nunca ha hecho la pelota ni ha pisado a nadie. Lo que ha conseguido ha sido por méritos propios. Su padre y yo estamos muy orgullosos".