Los nombres tradicionales de Baleares se desvanecen: de un pasado de Tomeus y Francisques a un presente de Sofías y Hugos
La globalización también ha llegado al paisaje onomástico de las Islas y la tradición sigue perdiendo fuerza
PalmaLos nombres que durante décadas habían definido la identidad de Baleares –como Tomeu, Sebastià, Joana o Francisca– prácticamente han desaparecido en los últimos años. Las estadísticas publicadas por el Instituto de Estadística de las Islas Baleares (Ibestat) confirman un giro profundo en las preferencias de las familias, que optan cada vez más por nombres de uso general en el resto del Estado, como Sofía, Martina y Hugo, entre otros. El cambio refleja no sólo el impacto de las modas y la globalización, sino también un progresivo distanciamiento del repertorio tradicional que había marcado el paisaje onomástico de las Islas.
Cuando revisamos los nombres más utilizados por los padres y madres desde los años 40 hasta principios de este siglo (según los datos del Ibestat), siempre destacan los mismos nombres clásicos y tradicionales, que actualmente asociamos más a una persona de avanzada edad que a niños y jóvenes. En el caso de los hombres, ya es poco habitual encontrar a niños que se llamen Tomeu, Sebastià o Bernat, algunos de los nombres que lideraron los rankings durante más de 50 años. En cuanto a las mujeres, cada vez menos familias deciden poner a sus hijas Francisca, Praxedis o Joana.
De hecho, la gran mayoría de los nombres más utilizados en Baleares actualmente son más tradicionales y habituales en Cataluña o en el resto del Estado que en el Archipiélago. Entre éstos destacan Emma, Laia, Mia, Sofía, Alma, Ona... en el caso de las mujeres; mientras que en los hombres, entre los más utilizados, encontramos a Nilo, Hugo, Lucas, Enzo, Thiago e Izan.
El paisaje onomástico de las Islas no es más que otro ejemplo de la pérdida de la tradición ante la globalización y la modernidad. Al igual que ocurre con la gastronomía y las fiestas populares, la historia y la tradición del Archipiélago está perdiendo la batalla y elementos clave y centrales de la cultura balear hace 30 o 40 años actualmente son un residuo frente a las nuevas modas.
A pesar de este cambio, hay un nombre que durante los últimos 20 años ha sido el más utilizado por los padres y madres de hombres y no es otro que Marc. Así como en el caso de las mujeres, en los últimos años el nombre más utilizado ha cambiado (Sofía, Martina, Julia, María...), en el caso de los hombres, Marc ha sido el gran triunfador del siglo XXI.
Poner el nombre de los padrinos, una tradición perdida
No sólo los nombres más utilizados han cambiado, sino que también lo ha hecho la forma de decidir cuáles serán los nombres de los hijos. En Baleares, durante muchas décadas, los padres no tenían prácticamente derecho de decisión en el nombre que pondrían a su hijo. Antes de que éste naciera o que la mujer quedara embarazada, ya sabían qué nombre le correspondería: si era hombre, el del padrino paterno; si era mujer, el nombre de la madrina paterna. En el caso del segundo hijo del mismo sexo, la ecuación era la misma, pero con un cambio, puesto que los nombres que los ponían eran los de los padrinos maternos.
Si una pareja tenía un tercer hijo del mismo sexo, éste llevaría el nombre de su padre y en el caso de que tuvieran un cuarto, llevaría el nombre del hermano mayor del padre. Así, no era hasta el quinto hijo del mismo sexo que sus padres tenían el poder de decidir qué nombre le querían poner.
Esto hizo que durante todo el siglo XX, tanto en el caso de las mujeres como en los de los hombres, los nombres se repitieran y que los más utilizados fueran prácticamente cada año los mismos. También en muchas familias había nombres repetidos hasta cuatro o cinco veces, lo que actualmente no ocurre casi en ningún caso.