Sector primario

El negocio de la sobrasada cuelga de un hilo por la peste

Empresarios de la carne ya han empezado a detener compras de cerdos procedentes del Principado, aunque no existe ninguna restricción oficial. También preocupa la exportación del emblema de la agroindustria isleña

Empresarios de la carne de Baleares detienen la importación de animales procedentes de Cataluña por precaución. La crisis sanitaria vuelve a evidenciar la dependencia exterior del sector alimentario p. 12-13
05/12/2025
4 min

PalmaEmpresas cárnicas de las Islas han empezado a frenar la importación de cerdos vivos procedentes de Catalunya por precaución, a raíz del foco de Peste Porcina Africana (PPA) detectado en Barcelona. Sin embargo, oficialmente no existe ninguna restricción general a la compra de animales –ni vivos ni sacrificados– y las medidas solo afectan a los 91 municipios de la zona donde se han encontrado los 13 jabalíes infectados. La decisión empresarial refleja la preocupación del sector cárnico isleño, que tiene una importante dependencia del cerdo procedente de Catalunya, hasta un 70% en el caso de los embutidos.

Tanto el cerdo que se utiliza para el consumo directo como el que se utiliza para elaborar embutidos llega masivamente de la Península, y en un porcentaje muy importante, de Cataluña. Por este motivo, los empresarios y la administración balear siguen minuto a minuto la evolución de la peste porcina, conscientes de que cualquier incidencia puede tener efectos directos sobre un producto fundamental de la agroindustria balear, especialmente en lo que se refiere a la exportación de la sobrasada, el producto estrella del sector.

Mercados de la sobrasada por porcentaje y piezas vendidas

Sólo en el 2024, la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de Mallorca –que no incluye a todas las empresas productoras– vendió seis millones de sobrasadas, hechas en buena parte con animales procedentes de Cataluña. De esa cantidad, el 61%, es decir más de 3,6 millones de piezas, se vendieron en el resto del Estado. "Es lógico que se quieran tomar precauciones", admite Margalida Obrador, gerente de Ganaderos Agrupados y presidenta de la Asociación Balear de Industrias de la Carne, que añade: "De momento no hemos tenido ningún empresario del sector que haya sufrido ninguna cancelación. Pero sí que los clientes nos están pidiendo más información de la procedencia de los productos.

La sobrasada es el producto estrella y "cuelga de un hilo si falla la compra de animales en la Península", según un pequeño empresario que pide no ser identificado. "Tenemos una dependencia exterior muy grande porque el número de explotaciones y, sobre todo, su capacidad hace imposible asumir siquiera el consumo interno", admite. Por eso, el campo balear está muy pendiente de lo que ocurra en Catalunya. En opinión de Pere Soler, de Carnicerías Soler, empresa exportadora, "es completamente lógico que haya cierta alarma entre la población, siempre ocurre así cuando hay una enfermedad que pueda afectar a los animales de consumo humano". "Pero tampoco debemos perder de vista que en estos momentos el foco está controlado y hay unos mecanismos de seguridad alimentaria tan importantes que hacen difícil que pueda ir a más", afirma.

Lo que más inquieta a los productores de embutidos para la exportación no son los clientes de España, sino que son los mercados extranjeros. "Hay países que no tienen regionalizada la compra y, por tanto, tratan un mismo producto de la misma manera venga de la comunidad o zona que venga. Pues, si hay una crisis sanitaria como es el caso, consideran todo lo que viene de España por igual", explica Margalida Obrador. De todas formas, el director general de Agricultura, Fernando Fernández, puntualiza que "en este sentido, Europa no es un problema porque cada vez se territorializa más y mejor". "En todo caso, Estados Unidos y los mercados latinoamericanos son los más reacios a hacerlo", relata.

En 2024, un 4% de la sobrasada mallorquina bajo la IGP se vendió en el extranjero. Aunque la cifra pueda parecer modesta, se trata de 240.000 prendas, y todos los empresarios consultados afirman que el interés internacional va en aumento. Francia sigue siendo el principal destino, seguida de Alemania, Portugal y Lituania, mientras que Andorra registra un crecimiento notable y ya se ha consolidado entre los cinco primeros mercados. Reino Unido se mantiene también como un cliente relevante para este producto protegido.

Los controles funcionan

Las autoridades catalanas han reforzado los controles sanitarios y de bioseguridad en granjas y en explotaciones ganaderas cercanas a la zona afectada y, por tanto, "no hay ningún motivo para la alarma", señala el director general de Agricultura del Govern, Fernando Fernández. "Los planes de seguridad de Catalunya en materia animal son ejemplares, pero es comprensible que haya preocupación. Una parte del sector agrario y ganadero nos ha pedido que, como Gobierno, impongamos medidas restrictivas de cara a la importación de carne de porcino, pero no podemos ni queremos hacerlo, porque de momento todos los controles están funcionando", ha explicado Ferná. "Si han encontrado el foco es porque su sistema de control funciona y está muy localizado", ha sentenciado.

Una cochinilla come en unas tierras del Pla de Mallorca.

El brote de Peste Porcina Africana fue detectado en la zona de Cerdanyola del Vallès, en el parque natural de Collserola, y ha obligado a las autoridades catalanas a tomar medidas estrictas para contener la propagación del virus entre la fauna salvaje y proteger a las granjas cercanas. Desde que se confirmaron los primeros casos en jabalíes fallecidos, ya se han contabilizado 13 animales positivos, y las restricciones afectan a un total de 91 municipios del área metropolitana de Barcelona.

La industria de la carne de las Islas, especialmente la mallorquina, depende mucho de la sobrasada. A la tradición de consumo –que no desciende y que ha batido récords en los últimos años, con más de dos millones de kilos vendidos–, se añade su proyección exterior. Por eso, ahora mismo es "impensable" para el sector reducir la dependencia del cerdo peninsular. Tanto es así que, en el momento de la actualización de la normativa sobre producto local, aprobada esta legislatura por el Gobierno de Marga Prohens, la sobrasada de Mallorca fue tratada como una excepción a la hora de poder disponer de la etiqueta distintiva de 'Illes Balears-Producte local'.

Según la ley autonómica, los productos etiquetados como locales deben incluir principalmente ingredientes de origen isleño. Pero el Govern aplicó la normativa europea que regula las producciones protegidas con Indicación Geográfica Protegida (IGP), como la Sobrasada de Mallorca, aprovechando que esta normativa considera la indicación geográfica como un sello suficiente de producción local. Así, considerando que la normativa europea que protege a la IGP prevalece sobre la regla general del producto local, se pudo 'salvar' la situación. Ahora, el sector sólo mira a Catalunya y espera que no haya ningún nuevo brote de Peste Porcina Africana.

Las Islas miran con tensión el foco de peste: la sobrasada cuelga de un hilo
Suspenden compras de lotes de cochinillas de lleida

En estos últimos días, al menos una empresa leridana se ha puesto en contacto con el Govern para saber si el Ejecutivo autonómico había fijado alguna restricción a la entrada de cerdos procedentes de Catalunya, ya que un cliente mallorquín había cancelado varios lotes con cientos de cochinillas. La Administración respondió que no, y que en todo caso son decisiones empresariales que no vienen marcadas, de momento, por orden ni instrucción gubernamental alguna.

Mientras, Unió de Pagesos reclamó al Govern balear un "plan escudo de sanidad animal" para proteger la cabaña porcina local, especialmente las razas autóctonas como el cerdo negro, ante la posible llegada del virus. El sindicato insiste en reforzar la vigilancia y la bioseguridad en granjas y mataderos, aprovechando la condición insular como una barrera natural. También reclama controlar rigurosamente cualquier importación de cerdos vivos desde zonas de riesgo, como Cataluña, para evitar contagios.

La introducción del virus podría provocar una grave crisis para la ganadería, la producción porcina y las empresas que elaboran productos derivados. Por eso, Unió de Pagesos pide extremar las precauciones.

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