Fruta y verdura, cada vez menos hecha en Menorca
Decenas de hortelanos mantienen la tradición de vender la cosecha de sus fincas, por relieve familiar, pero sólo media docena se dedica a ello profesionalmente y en exclusiva durante todo el año
CiudadelaMenorca tiene 118,59 hectáreas destinadas a la producción de huerta (51,59) y fruta (67), una clara muestra de la diversificación que vive hoy en día el campo, lejos de la estructura de ganado, leche y queso que históricamente ha sido el modelo productivo mayoritario en la isla. En concreto, las estadísticas aportadas por el Consell de Menorca cifran con 41 las hectáreas dedicadas a la hortaliza; 42, a la fruta dulce; 27, a los frutos secos, y el resto, a patata y cítricos. Según el Instituto de Investigación y Formación Agroalimentaria y Pesquera (IRFAP) del Govern, se producen cerca de 840 toneladas de huerta y fruta en toda Menorca. Destacan las 139 toneladas de patata, las 119 de melón, las 92 de tomate de toda casta, 72 de sandía, 67 de fruta de hueso y 58 de alcachofa.
Una parte de los productores lo venden a través de las cooperativas agrarias y hay también 32 de fruta, 40 de hortalizas y 11 de legumbres que se promocionan en Agroxerxa, la herramienta de apoyo a la comercialización de los productos provenientes del campesinado de Consell, financiado por el campesinado de Menorca.
Es el caso, por ejemplo, de Son Magnà, un huerto familiar de Alaior explotado por Llorenç Caules que, desde hace 30 años, ya es la tercera generación de su estirpe que se dedica al cuidado de los frutales existentes en la finca. O de Josep Lluís Gonyalons, que mantiene la explotación familiar de Algendaret Vell, donde produce fruta y hortalizas ecológicas. Es uno de los 17 huertos vinculados a Agroxerxa que producen plantas aromáticas, una alternativa que cada vez tiene mayor salida al campo.
Pero es en el barranco de Cala en Porter donde se concentra un mayor número de pequeños productores que también dan continuidad a negocios puestos en marcha por sus antecesores. Javi Mascaró y su hermano Ismael tienen tres huertos a su cargo, Torrellisà Nou, Huerto nuevo de Torraubet Nou y, ya más cerca de la zona de los Plans de Alaior, S'Estada de Binixabó. En total, seis hectáreas y media donde produjeron el pasado año 33.255 kilos (poco más de 33 toneladas) de fruta y verdura. Como en otros casos, fue su padre quien, en 1979, empezó a comercializar los frutos del huerto familiar. Un negocio que ambos hijos ayudaron a subir desde los 16 años y que, desde la jubilación del fundador, gestionan ahora. A diferencia de buena parte de los hortelanos, ellos lo hacen solos. Desde manzanas a peras y caquis, cosechan todo lo que siembran, lo guardan en el almacén y lo distribuyen personalmente, dos días por semana, en la Cooperativa San Crispín de Alaior y en pequeños tenderos y tiendas especializados de Maó, Sant Climent, Sant Lluís y es Castell, siempre en el Levante de Menorca. "Nos da más trabajo, pero nos rinde lo suficiente", admite Javier. Los precios son incluso más caros que la fruta vendida por los distribuidores: "Valoramos el trabajo que nos da. Tenemos menos intermediarios y así podemos avenirnos mejor en el precio con los tenderos".
Los barrancos de Algendar y Cala en Porter
Cáritas Diocesana lleva a cabo desde 2007 un proyecto de producción de huerta y fruta en las fincas del Canaló y Sant Antoni de S'Aranjassa, en el barranco de Algendar (Ferreries). Destina media hectárea y unos 350 árboles, una parte de los cuales se siembran en actuaciones de reforestación. Todo lo que se quita se vende después a través de las Cooperativas de San Bartolomé y del Camp de Menorca, el Vivero del GOB y la empresa Auxiliar Agrícola Menorquina (Auxam).
El gran inconveniente que sufre es el hecho de ubicarse en una zona inundable que ya ha sufrido sus consecuencias en el pasado. La responsable de comunicación de Cáritas, Raquel Hernández, admite que "nos afectan mucho los imprevistos meteorológicos, ya que se inunda la zona de producción y se pueden estropear las herramientas, la maquinaria y las plantas, romper los injertos y arrastrar las macetas". El último precedente se remonta al mes de noviembre de 2021, nada más salir de la pandemia.
Pero mucha de la fruta que se vende en las tiendas y mercados de Menorca viene de fuera. Media docena de empresas distribuidoras de la isla se encargan de importarla. Es el caso de Menorcafruit, que se dedica a ello desde 1946; Frutas Jover y Fresc y Bo, una empresa mayorista creada en 2006 y establecida en el polígono de Alaior que, sirviéndose de invernaderos, abarca fruta y verduras tanto en bares como en hoteles y restaurantes. Su gerente, Vicent Pons, dice que también se nutren de producción propia, la que se siembra en la finca de S'Engolidor del Migjorn Gran: tomate, pimienta, berenjena, melón, sandía y hierbas aromáticas.
Agromenorca también tiene finca propia, en Torelló, un terreno donde siembra todo lo que permite la temporada, si bien dispone de invernaderos para poder distribuir durante todo el año la fruta y verdura que le demandan las grandes cadenas y superficies comerciales de la isla. El resto viene de Mallorca, a través de sus socios de Agroilla.
La gerente de la Cooperativa del Campo de Menorca, Antonia Bosch, cree que "la falta de relieve generacional y las complicaciones administrativas, derivadas en parte de la pérdida progresiva del sistema de medianería en el campo, han hecho que se produzca poca fruta y que ésta no cubra más que en parte la gran demanda que se registra, sobre todo en temporada. verdura, pero en otoño y en invierno hay pocos agricultores profesionales que se dediquen a ello". La clave –sigue Bosch– radica en "poder compensar el precio con el volumen de producción, pero cuando no se puede ya deja de ser rentable".
Aun así, Sa Cooperativa intenta incentivar la producción, que queda restringida a medio centenar de fincas. Sin embargo, sólo una decena la mantienen durante todo el año. Tampoco ayuda la creciente diversificación de la producción en el campo y la especialización, cada vez más acentuada, hacia otras ramas, como aceite, vino o plantas aromáticas.