Denuncian un poblado clandestino en la Indioteria con fiestas, venta de droga y obras ilegales
Alertan de que la situación se arrastra desde hace más de tres años y que ninguna institución actúa

PalmaLos vecinos de la Indioteria han denunciado el "abandono institucional" que sufren frente al poblado de chabolas instalado en el camino del Clot. Según afirman, se vende droga de forma habitual, se realizan fiestas con música a un volumen alto hasta bien entrada la madrugada y se han iniciado unas obras ilegales en las que se tiran los escombros directamente a la vía pública y al torrente Gros.
El presidente de la comunidad de vecinos del camino del Clot de la Indioteria asegura que esta situación "lleva más de tres años" que degrada la convivencia y pone en riesgo la seguridad, la salud pública y el medio ambiente. Explica que el conflicto tiene origen en la finca número 48 del camino 140 de la Indiotería, que ha sido parcelada ilegalmente en siete partes y alquilada a terceros.
Inicialmente, estas personas se instalaron en caravanas, pero con el tiempo han levantado construcciones fijas sin licencia: casas, porches, han colocado un trailer, una lancha e, incluso, un castillo hinchable para celebraciones. "Estas actuaciones, claramente ilegales, se han convertido en una urbanización clandestina que crece sin control", lamenta.
Además, denuncia que cada fin de semana se organizan fiestas con música a un volumen superior al de una discoteca, lo que "perturba gravemente el descanso y la calidad de vida de los vecinos". "A esto se suma un constante tráfico de personas que acuden a comprar droga, lo que convierte a la zona en un punto de venta y consumo", añade.
Según relata, la situación ha empeorado con la construcción de una nueva vivienda y el derribo descontrolado de terreno en los alrededores. "Esto no sólo supone una infracción urbanística, sino también un riesgo medioambiental y de inundación grave en caso de lluvias intensas". Para agravarlo, afirma que una empresa ha hecho un pozo para extraer agua "sin ningún tipo de autorización, incumpliendo de nuevo múltiples normativas".
Ante esta situación, el presidente y otro vecino se presentaron este jueves en el cuartel de la Guardia Civil del Puente de Inca para interponer una denuncia formal, pero fueron derivados a la Policía Nacional. Una vez fueron a las oficinas de este cuerpo, en la carretera de Valldemossa, los agentes les habrían dicho que "nada era ilegal", que "tampoco era tan grave para poner una denuncia" y que "todo el mundo" sabe "dónde vienen droga". Por las infracciones urbanísticas, fueron derivados a la Policía Local, a quien también acusan de inacción.
"Como comunidad vecinal nos sentimos completamente desamparados. Nadie asume responsabilidades, cada institución se escuda en la competencia de la otra y, mientras, los vecinos vivimos atrapados en una situación insostenible", concluyen.