Genocidio

El clamor de Gaza resuena en Menorca

El palestino Kareem Saadeh pide auxilio después de haber perdido a su padre, la casa y la tienda que le permitía vivir y la documentalista Ainoa Pons se hace eco.

Palma"Me llamo Kareem Saadeh y somos de gaza. Cuento mi historia porque estoy desesperado con tanto dolor, por si hay alguien al otro lado del mundo que pueda escucharme. Israel nos está matando sin piedad, pero yo todavía estamos vivo. Aún puedo contar qué está pasando". Así comienza la carta que este joven de 28 años ha hecho llegar a la documentalista barcelonesa afincada en Menorca Ainoa Pons. Kareem la encontró en las redes sociales donde Ainoa ha puesto de manifiesto su apoyo a la causa palestina y su activismo. "Hago mucha difusión sobre el genocidio en las redes y Kareem me encontró", explica Ainoa, que se ha sumado a iniciativas como @artistasperpalestina y @músicacontraelgenocidio.

Kareem ha puesto en marcha una campaña para recaudar donaciones que le ayuden a paliar la situación de emergencia. Este martes, ha podido hablar con Ainoa por videotelefonada, gracias a la colaboración de la periodista Suzi Zaky, quien se ha encargado de traductora. "Están sobreviviendo. Le hemos explicado cómo debe hacerlo para sacar adelante su campaña, porque está en situación de urgencia y necesita comprar medicamentos para su madre", comenta Ainoa Pons.

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En su carta, Kareem explica que nació en Jan Yunis (en la parte sur occidental de la franja de Gaza), cerca del paso fronterizo de Rafah, una zona de campamentos de refugiados. "En Jan Yunis es donde perdí a mi padre en un bombardeo del 27 de julio", explica. Desde entonces, intenta sobrevivir con su familia "en condiciones deplorables". Con una madre de 45 años, una hermana de 20 y un hermano de 17, Kareem se ha visto obligado a desplazarse a Deir al Balah, a dos horas a pie de lo suyo.

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"Antes tenía una vida, tenía mi tienda de productos de limpieza, pero lo he perdido todo: nuestro hogar, el trabajo, la seguridad y las necesidades básicas. Necesitamos ayuda desesperadamente para sobrevivir. Necesitamos urgentemente alimentos, agua potable, medicamentos y soporte para restaurar, aunque sea también una pequeña instantes en los que Kareem encontró a su padre muerto. "Por favor, si podéis, ayudéis. No deje de hablar de nosotros, no deje que nuestras vidas mueran en vano, que se apague lo único que nos queda: nuestra voz", termina la carta.