Patrimoni

Can Morató: Pollença recupera un símbolo de su historia

Este miércoles se ha colocado la primera piedra de la que será la futura sede social de Colonya, un edificio emblemático.

Bruno Rodríguez

PollençaLa colocación de la primera piedra de la futura sede social de Colonya, Caja de Ahorros de Pollença, y de la Fundación Guillem Cifre de Colonya, en la antigua fábrica de Can Morató, ha reunido este miércoles una importante representación de la sociedad pollencina. El acto supone el inicio de un proyecto largamente esperado y muy especial para la comunidad, que ve cómo uno de los espacios más significativos de su memoria colectiva se prepara para renacer.

Un espacio con memoria

La fábrica de Can Morató no es un edificio cualquiera. Entre 1922 y 1967 dio trabajo a cientos de personas y convirtió a Pollença en un referente internacional en la producción de alfombras y alfombras. Muchas familias del municipio estuvieron vinculadas y, por eso, la fábrica forma parte de la identidad del pueblo. Después de décadas de abandono, el edificio cayó en ruina, pero su recuerdo y valor patrimonial nunca desaparecieron.

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Por eso, cuando Colonya anunció su intención de instalar la nueva sede, la noticia se vivió con emoción y también con incertidumbre. El camino no ha sido fácil: la tramitación de la licencia ha sido larga y compleja y el proyecto tuvo que superar importantes trabas administrativas. Hoy, con la primera piedra colocada, se confirma que ese sueño es ya una realidad.

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Un proyecto con alma

El diseño de los arquitectos Jordi Badia y Erik Herrera apuesta por respetar la esencia del edificio original. Se conservarán los muros y el patio antiguo, incorporando nuevos espacios para que Can Morató vuelva a ser un lugar vivo y abierto. La nueva sede acogerá tanto las oficinas centrales de Colonya como espacios culturales y sociales: un salón de actos, un museo dedicado a la memoria de la fábrica y zonas abiertas a la ciudadanía.

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De esta manera, el proyecto no sólo recupera un patrimonio arquitectónico, sino que también crea un punto de encuentro para Pollença y para toda Mallorca.

Agradecimiento y orgullo

En su discurso, Josep A. Cifre remarcó que la entidad podría haber elegido otro lugar, más sencillo y rápido, pero quiso asumir este reto por lo que representa Can Morató: "Es un espacio con mucho valor social y patrimonial. Hacerlo posible es gracias a nuestros clientes, que son el origen y la razón de ser de Colonya".

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El alcalde de Pollença, Martí March, ha tenido un papel especialmente destacado en el acto. Visiblemente emocionado, ha remarcado que este proyecto es un motivo de "satisfacción y orgullo colectivo", y ha recordado que Colonya siempre ha estado muy vinculada al municipio, hasta el punto de que él mismo tiene recuerdos personales: pidió su primer préstamo de joven y siempre ha admirado la figura de Guillem Cifre, fundador de la entidad. Según March, "Can Morató marcará un antes y un después para Pollença y también para Mallorca. Es un símbolo de la paciencia y la tenacidad de Colonya y de la capacidad de este pueblo de preservar lo que le da identidad".

El presidente del Consejo de Mallorca, Llorenç Galmés, ha subrayado el valor de recuperar patrimonio e historia, destacando la diferencia que aporta Colonya con sus decisiones pensadas desde el compromiso social.

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Más que una sede, un símbolo

La colocación de la primera piedra no es sólo el inicio de unas obras que durarán dos años. Es sobre todo la confirmación de que Pollença recupera una parte esencial de su historia y la transforma en futuro. Can Morató será a la vez memoria y modernidad, símbolo de perseverancia y punto de encuentro para nuevas generaciones.

Para los pollencios y para muchos mallorquines, ver resurgir este edificio es un recordatorio de que el patrimonio y la identidad nunca se pueden dar por perdidos.