Avícola Ballester tras levantar 100.000 aves: "Esto es el mundo al revés, matamos gallinas y faltan huevos"
El empresario expedientado por el Govern asegura que ya ha cumplido con el plan de desescalada que el Ejecutivo le marcó
PalmaEste miércoles por la mañana parte hacia la Península el último camión de gallinas de la granja que Avícola Son Perot explota en Llucmajor. Con ello, según ha asegurado el propietario, Onofre Ballester, en el ARA Baleares, la granja avícola de Llucmajor habría acabado con el plan de desescalada que le ordenó el Govern en agosto. El Ejecutivo fijó como fecha límite el 31 de diciembre para que la granja avícola de Llucmajor sacrificase gallinas hasta reducir el censo a 40.000 debido al expediente abierto contra la granja por denuncias de los vecinos y también de una serie de organizaciones animalistas que publicaran vídeos con imágenes de aves en mal estado.
Según ha explicado Ballester, actualmente en la granja ya sólo hay 40.0000 gallinas y el resto las ha tenido que transportar a mataderos de la Península para poder cumplir con la medida, "ya que en las Islas no las hay", ha criticado. Todo ello se desarrolla en un contexto en el que el consumo de huevos en España ha aumentado. La demanda de huevos ha subido aproximadamente un 20% desde 2019, un aumento que se debe al valor nutricional y saludable que se les ha otorgado en los últimos años según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por eso, Ballester considera que la norma es "el mundo al revés, matamos gallinas y faltan huevos".
El Gobierno decretó esta medida el pasado agosto, después de que la Dirección General de Armonización Urbanística y Evaluación Ambiental del Gobierno de las Islas Baleares desestimara la solicitud de autorización ambiental integrada de la granja de gallinas ponedoras de Ses Cisternetes. Esta resolución se añade a la declaración de impacto ambiental desfavorable emitida por la propia dirección general en relación a esta granja. Todo ello ha provocado que la empresa promotora de esta instalación antes del 31 de diciembre deba presentar un plan verificable de reducción de plazas para alcanzar el objetivo establecido de reducción de hasta 40.000 gallinas.
La empresa promotora de esta explotación ganadera, tras la sanción recibida del órgano ambiental del Gobierno a partir de las denuncias vecinales, había solicitado la legalización de las instalaciones y autorización para una capacidad de 135.696 gallinas, que actualmente ya tiene en funcionamiento. En la explotación avícola existente hay siete naves, un estercolero y edificios accesorios.
La desestimación de la autorización ambiental integrada, que se notificó en agosto, supone también el archivo de esta solicitud, "ya que el decreto ley 2/2025 fijó unas medidas más elevadas de distancia de núcleos urbanos más alta que la que tiene la granja de Llucmajor", argumenta Ballester. Esto se añade a la resolución desfavorable de la declaración de impacto ambiental, emitida el pasado mes de julio por Dirección General de la Consejería de Vivienda, Territorio y Movilidad, por los impactos adversos significativos previsibles de este proyecto sobre el medio ambiente.