Niño de Elche: "Vivimos en un entorno más criticoide que crítico"
Cantante
PalmaSi no escribe, canta; si no canta, compone; si no compone, lee o prepara algún tipo de performanza, quién sabe con qué formato. Paco Contreras, conocido artísticamente como Niño de Elche, es un artista que trabaja diferentes ámbitos porque no sabe hacerlo de otra manera: le gusta experimentar, la contradicción y, sobre todo, saber qué quiere decir: "El formato llega después, pero es importante saber el mensaje". El sábado, día 9 de agosto, estará en el Santuario de Consolación de San Juan, junto con Soleá Morente, durante la gran noche flamenca del festival La Luna en Verso de la Fundación Mallorca Literaria. No presenta ningún disco: dará un concierto que tendrá dos partes. "La primera estará más centrada en las guitarras, con un sonido cercano al flamenco rock y el rock progresivo. La segunda parte será una sesión basada en toda la música que he desarrollado a partir de las rábanos, la música industrial y la música de máquina".
Música, poesía, performanza… Sois un tastaolletes. ¿En qué trabaja ahora mismo?
— Estoy preparando un proyecto para otoño, para la Bienal de Arte en Lisboa. Hacemos trabajo músicos, antropólogos… El proyecto combina música y performanza.
¿Qué sacas de trabajar con diferentes formatos?
— Llevo mucho tiempo trabajando en diferentes ámbitos y formatos. Si sólo me hubiera dedicado a cantar, lo habría dejado. Lo que me interesa es experimentar con la voz y ver lo que puedo expresar con ella. Con el tiempo, imagín que voy a cantar menos y me dedicaré más a otras actividades creativas que hasta ahora no he priorizado. Hace muchos años que me interesan ámbitos como la política, la poesía, la filosofía y las artes plásticas, donde siempre hay un sentido crítico y autocrítico. Creo que vivimos en un entorno más 'criticoide' que realmente crítico, y las redes sociales tienen mucha parte de culpa. Por otra parte, la contradicción me atrae: es realista, poética y nos permite transformarnos, entender nuestras incongruencias y evolucionar.
La experimentación es una de las cosas que le caracteriza como artista, también en la música.
— Para mí, la música experimental no es una estética, sino una forma de hacer, una metodología para escuchar, repensar, poner a prueba ideas y conceptos. Lo importante es saber qué quieres decir. El formato viene después. Trabajo mediante varios formatos: escritos, exposiciones, radio, danza contemporánea... pero lo que importa es el discurso estético y conceptual.
¿Cómo será el concierto de Sant Joan? Se escucharán canciones de sus discos, como los del último que ha publicado, Cante a lo gitano?
— Es un concierto de repertorio, de canciones que salen en los últimos discos, pero también incluye piezas que no han sido grabadas en disco, y mucha electrónica en directo. forma vocal que atraviesa toda mi obra, a veces de forma más explícita, otras más sutil.
En Cante a lo gitano hay colaboraciones como Andrés Rodrigues, que toca la gaita, la productora y el dj valenciana Ylia, y el percusionista Eric Jiménez.
— Para mí, invitar a alguien a un proyecto debe tener una razón de ser. No me mueve el objetivo de tener nombres mediáticos si no tienen un sentido claro en el concepto y desarrollo del trabajo. He sido muy crítico con la tendencia de invitar simplemente por llenar o lucir. Siempre me ha interesado la esencialidad de las canciones y entender lo que puede aportar cada persona, desde un punto de vista profundo y conceptual. Por eso los colaboradores son quienes son.
El disco es una nueva mirada al repertorio que el mítico Manuel Torre (1880-1933), de joven Niño de Jerez. ¿Es también un homenaje?
— Este proyecto es un reconocimiento a su figura a través de su repertorio, pero no un ejercicio de homenaje. Siempre somos crítico con las personas con las que trabajo, no me interesa el fanatismo. También con los que ya no están, no busque evangelizar nada. Manuel Torre encarna muchos mitos: cantaor anarquista, cantaor jerezano... y me interesaba mucho la idea de desmitificar y remitificar estas referencias.
Se ha autodenominado exflamenco. ¿Por qué?
— El prefijo 'ex' me ayuda a explicar que me separó del flamenco no como música, sino como estructura y contexto estándar. antiflamenco y yo quería proponer una alternativa crítica y constructiva.