Observatorio

Hager, precisión, intensidad y emoción

El castillo de Bellver se vuelve a llenar hasta los topes en el tercer concierto de los Veranos Sinfónicos

PalmaAño tras año, Leopold Hager, que cumplirá los noventa en el año 2025, se pone al frente de la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares, demostrando de nuevo que sigue siendo un lujo volver a verlo en plena acción, mostrando aún con todo su esplendor algunas de sus características, como son de precisión, intenso, que, cuando oyó el todavía púber Beethoven en el piano, exclamó: "Escuchen a este niño. Algún día el mundo hablará de él". Algunos años más tarde, cuatro exactamente, Beethoven inició su aprendizaje de composición con Franz Joseph Haydn, "padre, guía y amigo" de Mozart, poco antes de que el maestro partiera de nuevo hacia Londres. El círculo se cierra con otra circunstancia, Austria, donde se conocieron Haydn y Beethoven, naturalmente también Haydn y Mozart, pero además es donde nació y empezó su carrera Leopold Hager.

Estos tres últimos fueron los protagonistas del tercer concierto del Festival Bellver, con un nuevo lleno hasta los topes y otro nexo que les hermana un poco más. Así, de Franz Joseph Haydn, como primera pieza de la velada, interpretaron la Sinfonía núm. 102 en sí bemol mayor Hob. 1/102, mientras que en la segunda parte nos ofrecieron la Sinfonía núm. 4 op. 60 en sí bemol mayor de Ludwig van Beethoven. No son dos de las sinfonías más famosas de ninguno de los dos grandes genios, pero sucede por comparación y no tanto, diría que nada, por la calidad intrínseca de cada una. Esta afirmación quedó patente desde los primeros y suaves acuerdos del primer movimiento que fueron aumentando exuberancia e intensidad, con un Leopold Hager que no ahorró ninguna indicación a los componentes de la reducida formación orquestal, que ofreció sutilezas en vez de volumen, que tampoco faltó. Delicadeza en elAdaggio,y magistral Minueto, rubricada con un Presto. Final, que requirió no poca minuciosidad con la interpretación.

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Beethoven hizo acto de presencia con la que quizás sea la menos reconocida de las nueve sinfonías que compuso, pero, sin embargo, su magisterio tampoco es noticia. De hecho, para el genio de Bonn significó una nueva forma de escribir, incrementando este desarrollo inalcanzable de los diferentes elementos de la composición, desde la armonía hasta las melodías, como si todo se fuese rodeando a partir de su origen. Y de nuevo, la Sinfónica respondió a las diáfanas y manifiestas indicaciones de un incansable Leopold Hager, que cumplirá los noventa en el 2025. Concretamente el próximo 6 de octubre.