Así era y no era

Como era Pau Debon según su amigo: "Tiene un punto de misterio y discreción que engancha, es muy magnético"

El amigo del cantante, Miquel Sànchez, nos explica lo pequeño que era y los secretos de su infancia y adolescencia

PalmaFue un chaval de barrio, del Rafal de Palma, que disfrutaba de patinar, cazar mariposas, pasear la cosa –na Furia– y jugar a voley. Era ligeramente vago para los estudios, pero adoraba todo lo que tenía que ver con la naturaleza y el entorno. De hecho, acabó estudiando Geografía en la UIB, e ir de excursión era una de las cosas que más le gustaba hacer durante su tiempo libre. Su primer grupo de música se llamó DRU, y toma el nombre de unas montañas de los Alpes. Todo esto nos lo cuenta Miquel Sánchez, que nació y creció puerta con puerta con Pau Debon, el cantante de Antònia Font.

"Su madre me ha dado algún biberón", dice Miquel. Una imagen que sirve para tener en cuenta el nivel de relación que tuvieron los dos niños. Casi siempre, apunta el vecino, era Miquel quien iba a cals Debon, donde compartían tiempo con Pere, hermano de Pau y batería de Antònia Font. "No había Play Station, así que jugábamos con la imaginación: íbamos al torrente del Rafal, teníamos peonzas y bolas…". Una infancia "de las de antes". Tiene un recuerdo concreto: en cals Debon había un libro de fabricar estrellas, así que una temporada les pegó para hacer esta manualidad e intentar hacerlas volar.

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De niño, Pau era "muy alegre y tranquilo, con mucha facilidad para socializar". Fue buen jugador de voley y estuvo federado en el club del Rafal. Igualmente, el amigo dice que "era el típico niño que todo lo que hacía, lo hacía bien". Sobre su carácter, dice tener lo que desprende en los conciertos y en las entrevistas: "Sabe escuchar. Ha tenido toda la vida esta carcajada dulce y desde joven que es un tipo sensible. Nosotros siempre hemos hablado de relaciones y de intimidades sin cuestionarnos si esto era ser sensible o no", describe Miquel, que destaca que el frente man "físicamente, siempre ha sido muy guapo y ha hecho furor". Además, su carácter dulce es un plus: "Cuando estás con él tienes ganas de estar más tiempo, porque tiene un punto de misterio y discreción que engancha, es muy magnético".

Jugaban a tener un grupo de música, y el juego empezó a volver serio, entre comillas. Consiguieron una guitarra y una batería e iban a ensayar "cuatro cosas" en la Esgleieta, en un solar de Can Miquel. Tenían un generador eléctrico y dos amplios, uno para la guitarra y el otro para la voz, y un micro de karaoke. "Todo era muy punki, pero con toda la ilusión del mundo bautizamos al grupo con el nombre DRU". Entre versiones de Todos los Santos, Nirvana y La Polla Records, se hicieron un local en un gallinero viejo del dueño de las galeras que había debajo de su casa, con cuatro tablas de madera y colchones viejos. "La luz la cogíamos de la habitación de Pau con un cable y una bombilla. Los vecinos nos sentían, pero yo creo que les hacía gracia que hiciéramos ese ruido porque nadie nos dijo nada".

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En 1995 dieron un concierto en la plaza del Rafal que se grabó desde la mesa de sonido. Y ese casete cambió la vida (eso se vería tiempo después) a Pau Debon. "El hermano, Pere, estaba empezando un grupo con Joan Miquel Oliver y Jaume Manresa. Buscaban un cantante, ya Joanmi le llamó la atención la voz de Pau cuando oyó el concierto desde el casete". Y estuvo hecho: Joan Miquel Oliver tenía muy claro que quería hacer un grupo de verbenas y en poco tiempo empezó a hacer canciones adaptadas a la voz de Debon, recuerda Miquel. "Con los amigos disfrutamos, íbamos a verlos tocaran donde tocaran, y creo que Pau se sintió muy cómodo desde el principio. Cosas más raras nos deben pasar, ¿eh, Pau?"u