Como era Miquel Serra, según su amigo Joan Pasqual: "Era un gran devorador de cómics, sobre todo de los de Ibáñez"

El amigo del músico nos cuenta los secretos mejor guardados de su infancia y adolescencia

PalmaEn los años 80, en Morlanda (Manacor), los veranos pasaban tan despacio, y el día a día era tan repetitivo que podías incluso aburrirte. Las calles no estaban pavimentadas y, durante unos años, la zona se mantuvo alejada de la transformación voraz que arrasaba Mallorca. Allí crecieron felices, entre capficos, juegos de pelota, 'famoviles' y algunas canciones de los Beatles, el músico Miquel Serra, junto con su hermano mayor, Joan Serra, y Joan Pasqual, el encargado de poner palabras a la infancia de Miquel.

"Nuestros padres ya eran amigos, pero lo que realmente nos unió fueron los veranos en Morlanda. De las 11 a las 15 h estábamos en remojo y, después de comer cada uno en su casa, nos volvíamos a encontrar para mirar alguna serie de atardecer, como El gran héroe americano y Magnum, PI. Cuando el sol aflojaba, salíamos a jugar con la pelota hasta que se hacía de noche". En aquellos años, Morlanda era "como un pequeño reducto salvaje". De hecho, Pasqual recuerda lo mucho que se enfadaron cuando "asfaltaron las calles y pusieron farolas en la urbanización", porque les dieron "la oscura, les dice las oscuras, les dieron las canciones. Y añade que, incluso, intentaron hacer algún pequeño acto de sabotaje contra estas novedades en las calles. El cemento se impuso. a testigo, los tres amigos entonaron las primeras canciones que, después, formarían parte de la banda sonora de su vida. Recuerdo que, después del baño, cuando oscurecía, cantábamos The Long and Winding Road", cuenta Joan. A Miquel, más tarde, le interesaron, también, bandas como Queen o Aerosmith.

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A quien le llegó primero la cosecha de la música fue a Joan Serra, que empezó a hacer algunas grabaciones con Joan Pasqual: "Incluso en las primeras ya se oye la voz de Miquel por detrás, decía Los Cangrejos. Así define Pasqual la energía de los dos hermanos: “Juan era más irregular, visceral y con una energía brutal que se contagiaba. Miquel era un chico agudo, fiable y muy sensible. Los tres nos entendíamos bien. Juan, con su sensibilidad, fue una especie de mentor para Miquel y para mí. Cuando tocábamos con Els Crancs, queríamos sonar como un grupo pop, pero nos costaba integrar la tecnología", recuerda.

Aparte de la música, no se puede hablar de la infancia de Miquel Serra sin mencionar a los cómics: "Era un auténtico devorador, sobre todo de los de Ibáñez". Más tarde, que es algo que llegó más tarde, con el hecho de dar letra a sus canciones". A pesar de la cierta nostalgia que a menudo exuda la música de Miquel Serra, Pasqual defiende el carácter alegre, el trato fácil y la amabilidad.

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Una de las cosas que más valora Pasqual de aquellos años es. alotelos, la preadolescencia: "Fuimos niños todo el tiempo que pudimos". Pero, aunque un poco tarde, llegó el tiempo de festejar, y Miquel era un chico bien guapo. Como nacía en Mallorca, pero habitualmente hablaba castellano, nos dijo '¡Miguel está bien bien!' Claro: ¡quería decir que Miquel estaba bien!". Y aunque el camino se haya hecho long and winding, como dice la canción, aún estamos aquí por contarlo y hacer canciones, o relatos, o capficos, sembrando y recogiendo; aunque nos hayan robado la oscuridad. Y exactamente.